"Madrid Central tiene que dejar de existir". Esta fue una de las declaraciones más repetidas por José Luis Martínez-Almeida durante la campaña de las elecciones municipales del 26-M. Y ahora que ha sido nombrado alcalde de la capital española, el candidato del PP ya ha anunciado una moratoria a las multas por conducir en el centro de la capital a partir del 1 de julio de 2019.
Madrid Central suponía importantes restricciones para la entrada de automóviles en el núcleo central de la ciudad, y terminar con ellas implica acabar con una de las medidas más simbólicas contra la polución que se han implantado en España en toda su historia. Tanto es así, que este precepto supuso la clave para que España evitara ser denunciada ante el Tribunal de Justicia de la UE por la Comisión Europea.
???? @InmaSanzO portavoz del Gobierno de @AlmeidaPP_: A partir del 1 de julio habrá una moratoria en las multas por Madrid Central. Estamos trabajando en un modelo de alternativas para Madrid. #JGob
— Grupo Popular Madrid (@GrupoPPMadrid) 17 de junio de 2019
En España se superaron durante casi una década los límites fijados por la normativa europea contra la contaminación. Y a pesar de que el Ayuntamiento de Manuela Carmena presentó un plan para revertir la situación, el expediente contra España todavía no se ha archivado. Desde Madrid y Barcelona se siguen incumpliendo los niveles emitidos de óxidos de nitrógeno, y por eso desde Europa siguen pendientes de la evolución de las medidas que se van a tomar contra la polución en nuestro país.
Europa nos vigila desde cerca
Por el momento, Bruselas observa de cerca el grado de cumplimiento de la directiva de calidad del aire en las dos grandes ciudades españolas, pero prefiere esperar a conocer los planes concretos del nuevo Consistorio, que parece no aclararse en el asunto.
El alcalde madrileño ha asegurado publicamente que "la UE no exige Madrid Central, exige resultados eficientes en la lucha contra la contaminación". Y esto es verídico, ya que desde Bruselas no se establecen las medidas concretas que hay que tomar. Pero es más cierto todavía lo que Adrián Fernández, responsable de movilidad de Greenpeace, ha informado para El País: "si se retirase Madrid Central, el Ayuntamiento tendría que buscar un plan igual o más restrictivo con los vehículos contaminantes para garantizar la calidad del aire".
En el momento en el que la medida fue aprobada por el Gobierno de Carmena, la oposición conservadora, incluidos PP y Ciudadanos, se posicionaron en contra de Madrid Central. Y ahora, después de la formación definitiva de los Ayuntamientos, PP y VOX siguen defendiendo el fin de Madrid Central, pero Ciudadanos se ha mostrado más reticente. De hecho, Begoña Villacís, la candidata de Ciudadanos para Madrid, ha defendido que "no sería una buena política revertir todo Madrid Central".
La ciudadanía necesita más Madrid Central
Los tres partidos que han llegado a un acuerdo para gobernar en Madrid argumentan su falta de eficacia para derogar el plan, o al menos reformarlo. Pero lo cierto es que los datos ya han demostrado todo lo contrario: solo en mayo los niveles de óxidos de nitrógeno se llegaron a reducir en 14 de las 24 estaciones de control de la ciudad. Además, en el único sensor situado en el interior del perímetro de tráfico restringido, la contaminación descendió un 48 % y el conjunto de la red registró una bajada de un 16 %.
Lo que no se puede negar es que esta medida, vigente también en las principales capitales europeas, ha sido una de las más efectivas en la lucha contra la contaminación y el cambio climático en España. Esta norma ha terminado convenciendo, aunque solo en parte, a la Plataforma de Afectados por Madrid Central, que han comunicado que "no queremos que se quite Madrid Central, tal vez sea necesario rebautizar el proyecto". Además, la ciudadanía ha mostrado su apoyo a la medida, y existe en la plataforma Change una hoja de firmas, que ya se acerca a las 100.000, pidiendo la continuidad del proyecto de Madrid Central por el bienestar del planeta y la salud de los que lo habitamos.
