El aceite de girasol ha experimentado una notable popularidad, especialmente como consecuencia de la inflación de los precios que ha llevado a un importante incremento en el precio de los aceites de oliva. Pero esta situación empieza a cambiar.
Mercadona ha comenzado a aplicar una fuerte subida a los precios del aceite de girasol. Como recoge la asociación de consumidores Facua, el 2 de diciembre ha alcanzado los 0,31 euros por litro. Un incremento que afecta a los formatos de uno y cinco litros.
De este modo, la garrafa de cinco litros de aceite de girasol refinado 0,2º de Hacendado se ha disparado más del 23%, pasando desde los 6,91 euros a 8,50 euros (1,59 euros de subida). De este modo, el incremento por litro de producto alcanza los 32 céntimos.
El envase de un litro, por su parte, ha registrado un incremento del 18,2% en tan solo una jornada, desde 1,48 euros hasta 1,75. El formato experimenta, por tanto, una subida de precio repentina de 27 céntimos por litro del mismo producto.
Una subida repentina
El precio del aceite de girasol se había mantenido estable entre los meses de enero y septiembre de 2024, cuando se encontraba a 1,45 euros por litro. Sin embargo, en septiembre ya registró un incremento hasta 1,48 euros coincidiendo con el incremento del IVA a los aceites de semillas desde el 5 al 7,5%.
El formato de cinco litros comenzó el año 2024 vendiéndose a 6,95 euros, con una pequeña bajada en marzo hasta los 6,75 euros. Sin embargo, en octubre ya registro una subida de 16 céntimos y más acusada ha sido ahora, 2 de diciembre, cuando se ha situado a 8,50 euros tras incrementarse de golpe 1,59 euros.
El riesgo a una subida generalizada
Hasta ahora, ninguna otra empresa de supermercados en la competencia ha planteado una subida de los precios en sus marcas blancas de aceite de girasol. Sin embargo, como ya había ocurrido previamente, es totalmente previsible que se produzca un efecto arrastre y se igualen los precios con Mercadona, en una empresa que copa más del 26% de cuota de mercado, superando en más de quince puntos a su inmediato competidor.
Una práctica que ya se ha registrado con otros productos básicos, entre los que se incluye el aceite de oliva y la leche. Según Facua, se aplican las subidas y bajadas de precios siguiendo patrones que evitan la libre competencia, una práctica que ha denunciado ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el ministerio de Consumo.