"Ambiciosa, perfeccionista y creativa", así es Kristen Johnson-Snider, una joven de 28 años procedente de Virginia, Estados Unidos y adicta a la cirugía estética. El problema es que esa obsesión estaría preocupando seriamente a su familia por el temor a que puediera acabar con su vida.
Todo lo que se convierte en radical, acaba siendo malo, deducción que se puede aplicar a la vida de Kristen, quien ha gastado más de 187.000 dólares en más de 20 procedimientos quirújicos desde la adolescencia. La joven achaca este problema al acoso escolar que sufrió hace años y ahora asegura que ve su cuerpo "como un lienzo" y la herramienta para diseñarlo no es otra que la cirugía.
Su primera cirugía se remonta al año 2010, como consecuencia de las continuas burlas de sus compañeros en la escuela en torno a su aspecto físico. "Eso me obligó a aprender, a no importarme lo que otras personas piensan de mí y mis elecciones", confiesa Snider.
Además de las costillas, ha decidido cambiar su apariencia facial, para lo cual ha decidido restaurar su mandíbula, su barbilla, los labios, hacerse una rinoplastia, las mejillas y la frente. Lo más sorprendente es que no se quedó contenta con pasar una vez por quirófano y repitió.
Sobre su familia, la estadounidense comenta que "no le gusta porque siempre han sido más convencionales en lo que consideran atractivo". "Les preocupa que algún día esto pueda matarme", añade.
Hasta que la cirugía nos separe
La familia de Snider vive preocupada con la incertidumbre que supone conocer la adicción de su allegada a pasar repetidamente por el quirófano, que incluso ha llegado a quitarse costillas para crear una visión diferente de su figura corporal de forma bastante drástica. Fox News contactó con un especialista que explicó el procedimiento por el cual se realiza esta operación, en el que se eliminan partes de las costillas 11 o 12, pero no de las 10 primeras costillas, "ya que protegen los riñones".
Sin embargo, las fotos que circulan por la red muestran que a Sneider sí que se le han retirado estas costillas, lo que el doctor Barry Eppley ha argumentado explicando que "no está perdiendo la protección de sus órganos" y que no corre peligro, tratándose de "una persona típica". "Sin embargo, no lo recomendaría para un atleta", explica, en comparación con la joven.
Por otro lado, los glúteos han sido otra de las zonas corporales objeto de los deseos de cambio de Kristen, quien tuvo su primer "levantamiento de gluteos en Brasil" en diciembre de 2015, a los que volvió a someter quirúrjicamente en diciembre de 2018 con implantes.
Todo apunta a que no será la última vez que Kristen Snider pase por el bisturí para modificar alguna parte de su cuerpo y es que tiene en mente estrecharse de nuevo las costillas y realizar implantes en sus caderas y muslos, por lo que sigue de cerca las tendencias y avances de la mujer en el campo de la cirujía plástica. Para ello, empleará más de 23.000 euros.