Adiós al "gobierno de coalición". El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha abandonado hoy su intención de entrar en el gobierno de Pedro Sánchez y ha anunciado, tras su reunión con el líder socialista en el Congreso de los Diputados, que aceptará la propuesta de "gobierno de cooperación" ofrecida por el presidente Pedro Sánchez. "Lo importante son los contenidos", ha asegurado.
La reunión que ambos líderes han celebrado este martes 11 de junio ha traído el deshielo, después de haber congelado sus contactos durante las últimas semanas. Precisamente, el presidente del Gobierno empezaba a amenazar con repetir elecciones, lo que habría supuesto un auténtico problema en el horizonte electoral de Podemos.
Igualmente se planteó en Ciudadanos y PP. Precisamente en este último partido han surgido algunas voces en los últimos días que reclamaban una abstención similar a la realizada por los socialistas en la investidura de Mariano Rajoy. Así lo planteó en un primer momento Esperanza Aguirre y lo secundó la líder madrileña Isabel Díaz Ayuso, aunque Génova finalmente las desautorizó y aseguró que "dificultaría" la investidura del candidato del PSOE.
Este ha sido el único anuncio de peso, porque Iglesias ha asegurado que a partir de ahora se empezará a trabajar en reuniones "más discretas", donde previsiblemente se establecerán líneas rojas y acuerdos programáticos de cara a los próximos cuatro años.
"Grandes coincidencias programáticas"
El PSOE ha dejado claro que "gobierno de cooperación" no significa en ningún caso "gobierno de coalición" y ha destacado las "grandes coincidencias programáticas" en palabras de la vicesecretaria general Adriana Lastra.
En este sentido, se habla de "independientes de referencia" tanto para PSOE y Podemos: personas ajenas a ambos partidos pero que puedan representar la 'mano' de Iglesias en un gobierno del que no su partido no formaría parte al más alto nivel.
Eso sí, en todo caso no se ha descartado la posibilidad de ceder a Podemos algunos cargos como direcciones generales, lo que permitiría controlar áreas específicas y lograr imponer parte de su programa, aunque con menor peso mediático que un ministerio. Esto podría ser un paso intermedio para que Sánchez e Iglesias puedan alcanzar un acuerdo satisfactorio.
En todo caso, el presidente del Gobierno también mantendrá negociaciones con los líderes de PP y Ciudadanos de cara a la sesión de investidura. Sánchez planteó la posibilidad de recibir una abstención de alguno de estos dos partidos alentando el miedo a la inestabilidad política y la aritmética parlamentaria dependiente de los independentistas. Pero las direcciones de ambos partidos parecen completamente dispuestas a impedir este posible acuerdo.