Donald Trump pasará a la historia como el presidente de Estados Unidos más polémico de la historia. Su racismo, homofobia y misoginia no le han impedido llegar a la Casa Blanca convirtiéndolo a su vez en centro de todas las críticas. Aficionado a hacer política a través de Twitter, se caracteriza por su rechazo a todo aquel que no sea estadounidense, su lucha en contra del colectivo LGTBI o sus comentarios objetivizando a la mujer.
Al multimillonario magnate le encantan las polémicas y sabe qué decir para convertirse en titular. A pesar de la gran maquinaria propagandística que ha llevado a cabo, a veces los escándalos le han estallado en la cara, como las grabaciones que se difundieron antes de las elecciones estadounidenses en las que aseguraba que por ser famoso, podía "agarrar por el coño a las mujeres".
El último escándalo de Trump tiene, precisamente, nombre de mujer, el de la actriz porno Stephanie Clifford, conocida en el mundo del cine para adultos como Stormy Daniels. Ha podido saberse que el abogado del presidente de EEUU pagó 130.000 dólares a la actriz para que mantuviera silencio sobre un posible encuentro sexual entre ambos.
Sin embargo, todo ha acabado saliendo a la luz al conocerse una información de 2011 en la que Clifford asegura que Trump engañó a Melania con ella. Según la revista In Touch, la actriz y el republicano se conocieron en 2006 durante un torneo de golf para celebrities en Lake Tahoe, en Nevada. En aquel momento, Donald Trump ya estaba casado con su esposa Melania, que estaba embarazada de su hijo Barron.
"Sexo genérico"
Los medios generalistas, en principio, mantuvieron silencio sobre estas informaciones, hasta que NBC, a través de su portal web de noticias, o el británico Telegraph han acabado publicando y detallando cómo se produjo el affaire.
"Una vez que nos presentaron en el campo de golf, Trump no dejó de mirarme y terminamos yendo a otro hoyo", relata la actriz. Según su versión, el empresario la invitó a cenar con él en la habitación. Un guardaespaldas entonces la acompañó a la suite de Donald Trump, que le estaba esperando viendo la televisión y con pantalones de pijama.
"Estaba sentado en la cama... y comenzamos a besarnos", afirma la actriz. Tras matener relaciones sexuales, el magnate aseguró que volvería a llamarla: "Te llamaré, te llamaré. Tengo que verte de nuevo. Eres increíble". La actriz, por su parte, ha calificado el sexo con el actual presidente de EEUU como "genérico, de libro de texto".
La Casa Blanca lo niega
Fuentes de la Casa Blanca aseguran que se trata de "informes antiguos y reciclados que ya fueron publicados y totalmente desmentidos antes de las elecciones", pero no se han pronunciado sobre el acuerdo económico al que se llegó con la actriz y del que se desconoce si fue negociado a sabiendas de Trump.
En 2016, el Wall Street Journal ya publicó que Clifford, de 38 años, habría estado en conversaciones con el canal ABC en el otoño de ese año para dar una entrevista sobre Trump, que finalmente no llegó a realizarse. El abogado de Trump, a través de un comunicado, ha acusado al Journal de "sembrar acusaciones excéntricas" sobre su cliente, tachando el escándalo de "falsa narrativa" e insiste en que el acuerdo ha sido negado por las dos partes.