Una nueva polémica ha saltado en Egipto por el vestido que utilizó una actriz en la alfombra roja del Festival de Cine de El Cairo. Se trata de Rania Youssef, una intérprete egipcia exitosa, que se sentará en el banquillo de los acusados tras ser acusada de promover la "falta de moralidad" por acudir con un vestido semitransparente.
Rania Youssef llegó al Festival de Cine de El Cairo con un precioso vestido negro y semitransparente de la diseñadora Elizabita Franky. El traje dejaba entrever sus piernas gracias al tul y al encaje de la falda, algo que parece haber molestado mucho a un país tremendamente conservador y donde atuendos como el de la actriz se miran con lupa. De hecho, la intérprete recibió multitud de amenazas, insultos y críticas en sus diferentes redes sociales.
El revuelto y el linchamiento ha sido tal que la propia actriz tuvo que pedir perdón a través de sus redes sociales: "Me gustaría disculparme otra vez más, como una actriz con buena opinión entre mis fans, y espero que todo el mundo entienda que tenía buenas intenciones y no pretendía ofender a nadie", escribía Youssef.
Incitación al libertinaje y la lujuria
El propio sindicato de actores de Egipto ha reprendido a la actriz por el traje utilizado en el Festival ya que no se ajusta "a las tradiciones de la comunidad, sus valores y morales". Sin embargo, la cosa no termina ahí, ya que Rania se tendrá que enfrentar a la acusación de tres abogados que han denunciado a la actriz de cometer un acto obsceno en público que ha incitado "al libertinaje, a la lujuria, la tentación y extender al vicio" a la sociedad egipcia.
Amro Abdelsalam y Samir Sabir son dos de los tres abogados que forman esa denuncia, de hecho, son muy famosos por su intransigencia y por velar por la moral. Un ejemplo cercano es el de la cantante Shaimaa Ahmed que acabó condenada a dos años de cárcel por aparecer en un videoclip en ropa interior mientras se comía un plátano de forma sugerente.