Amanda Bynes ha ingresado en un centro psiquiátrico tras haber sido encontrada deambulando sola y desnuda por una zona peligrosa de Los Ángeles. Los motivos de este suceso apuntan a una recaída de la intérprete, que desde hace años padece de problemas de salud mental.
Según informa el portal estadounidense TMZ, la propia actriz habría hecho señas a un coche para que parase y pedir ayuda a su conductor, al que explicó que estaba terminando un "episodio psicótico". También fue ella quien se habría puesto en manos de los servicios de emergencia.
Ingresada de urgencia en un centro psiquiátrico
Poco después, la policía se personó en el lugar de los hechos y se llevó a Bynes a comisaría. Allí fue evaluada por un equipo especializado en salud mental, que consideraron que la actriz necesitaba ingresar en una guardia psiquiátrica bajo una retención conocida con el código 51/50.
Este tipo de protocolo, considerado en las leyes de California, permite el ingreso involuntario de las personas que estén sufriendo de una crisis de salud mental para que sean detenidos durante 72 horas en un hospital psiquiátrico. De esta manera se intenta ayudar al paciente, para que no suponga un peligro para si mismo o para los demás.
Según las fuentes del medio estadounidense, la intérprete fue encontraba ilesa por las autoridades a pesar del estado y la zona en la que se encontraba. Por el momento Bynes se encuentra hospitalizada y todo señala que seguirá así durante los próximos días.
Problemas de drogodependencia y depresión
La actriz, que empezó a trabajar desde los siete años, es especialmente conocida por sus papeles durante la década de los 2000. Su popularidad vino tras protagonizar varias de las películas de público juvenil en la época, como 'Ella es el chico'. En 2010 se retiraba del mundo de la actuación apuntando a problemas de depresión relacionados con su imagen en la gran pantalla.
Desde entonces, Amanda Bynes explicó que había comenzado a tener una drogodependencia de las pastillas conocidas como Adderall, unas anfetaminas señaladas para perder peso por entonces. Poco después, la joven de 24 años en el momento, comenzó a acumular todo tipo de titulares y portadas por detenciones debidas a la posesión de drogas y otros incidentes bajo la influencia de las sustancias que consumía.
Tres años después, su madre se veía obligada a asumir la tutela de su hija, que finalmente fue diagnosticada con varias enfermedades de salud mental. Amanda sufre de esquizofrenia y trastorno bipolar, responsables de los brotes psicóticos que ya ha sufrido en varias ocasiones, en especial cuando no toma su medicación, según apuntan sus familiares.
Desde 2022, la actriz, que aún se encontraba muy alejada de los focos, había asegurado en sus redes sociales que se encontraba mejor y había comenzado a cuidarse para evitar nuevas recaídas. Además cuenta con el apoyo de su pareja Paul Michael y había comenzado a explorar otras profesiones como la de manicurista o cantante.