El actor español Marius Makon, que ha participado en series como 'El Barco', 'El Ministerio del Tiempo' o 'Aída', fue víctima el pasado domingo 4 de marzo de una agresión racista en un bar de Móstoles.
El actor, que se encontraba en el bar con unos amigos, se acercó a la barra a pedir una consumición cuando una mujer sentada a su lado le dijo: "No quiero negros detrás de mí". Makon, sorprendido, no quiso entrar en polémicas y se limitó a decir que se iría cuando pidiera al camarero.
Sin embargo, la mujer, de 33 años, le respondió con un amenazante "soy blanca, te puedo matar y no me pasa nada". Acto seguido, cogió la cerveza que estaba bebiendo y se la estampó en la cabeza, provocándole una herida profunda al lado de la ceja, que ha requerido siete puntos de sutura.
— Marius Makon (@EltonPrince) 4 de marzo de 2018
La mujer ha sido detenida
Tras la agresión, llegó la Policía Nacional y Municipal, que identificó a ambos. Finalmente, permitió irse a la chica, ante la indignación del actor. "Después de tomarle los datos, la mujer se fue mientras me miraba sonriendo. Parecía decir: 'Te he dicho que no me iba a pasar nada porque estamos en un país de blancos'", según recoge El Diario.
Finalmente, tras interponer la denuncia, la supuesta agresora fue detenida la tarde del lunes 5 de marzo, y pasará a disposición judicial en las próximas horas. Marius Makon ha querido agradecer en su cuenta de Facebook todo el apoyo recibido estos días, con un extenso vídeo explicando todo lo sucedido. En él, asegura que "el racismo es real, una lacra".
El racismo, un problema sin solución en España
Este hecho coincide con la reciente crítica del Consejo de Europa a España por su total inacción en la lucha contra la discriminación. En su informe contra el Racismo y la Intolerancia, advertía sobre los delitos de odio en territorio español, en aumento durante los últimos años.
El Consejo atacó al Gobierno por el mal uso del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CERED), institución creada en 2009. Durante todos estos años, el papel del CERED ha sido mínimo, constituyéndose como un organismo creado de cara a la galería, pero sin un interés real de terminar o reducir con el racismo y la xenofobia.