Los crímenes contra el colectivo LGTBI se suceden a lo largo del mundo sin que los gobiernos tomen cartas en el asunto. En Chechenia se está llevando una auténtica purga de homosexuales mientras que en el último año 325 personas transexuales han sido asesinadas. Pero parece que estos crímenes son de segunda y las condenas que hacen algunos países solo quedan en palabras que rápidamente pasan al olvido.
El último crimen sobre el que se ha tenido conocimiento ha tenido lugar en la capital de la república caribeña de Trinidad y Tobago, donde ha sido brutalmente asesinada Sasha Alister Patterson, una activista trans de 28 años. La joven fue asesinada a tiros y abanadonada en un montón de basura del parque Nelson Mandela de Puerto España. Con ella, el número de víctimas por violencia tránsfoba en el archipiélgo trinitario alcanza la veintena en las últimas semanas.
La policía ha detenido a dos hombres por su presunta implicación en el asesinato de Patterson. Según la versión de los agentes, la joven se encontraba en el parque Nelson Mandela cuando unos hombres se acercaron y le dispararon varias veces. Después, arrojaron su cuerpo a una pila de basura y la abandonaron, por lo que podría haber seguido viva en ese momento.
Medios locales han informado que los vecinos del lugar donde tuvo lugar el terrible suceso escucharon "varias explosiones fuertes" y vieron "un vehículo de motor Suzuki a toda velocidad". Pocos más datos se han hecho públicos sobre el asesinato de la activista implicada en la lucha de derechos para los transexuales y en la prevención del VIH.
Ataques en medios y en redes sociales
Desde que se conoció el asesinato de Sasha Alister Patterson se han sucedido los ataques por parte de los medios de comunicación locales, que han negado en todo momento la identidad de género de la víctima refiriéndose a ella como un hombre. Estos discursos de odio se han hecho más intensos en las redes sociales, donde se han compartido absolutas barbaridades.
Colin Robinson, presidente de Coalition Advocacy for Inclusion of Sexual Orientation ha denunciado estos hechos mientras que Anderson Bridgelal, un activista LGTB con el que la víctima compartió su lucha, añade que Patterson "fue mucho más valiente de lo que me atrevo a aventurar".
En la misma línea, el activista Jason Jones también ha expresado su lamento por la pérdida de Sasha Alister Patterson: "es una gran pérdida. Era una persona genuinamente encantadora, lo siento profundamente por toda la comunidad". Este activista lucha por los derechos del colectivo LGTBI en Trinidad y Tobago, lo que le ha costado el exilio y más de 50 amenazas de muerte, aunque no cesa en su propósito.
El colectivo LGTB en Trinidad y Tobago es víctima de una fuerte represión por parte de las autoridades y de la propia sociedad. No existen leyes que protejan el reconocimiento de la libre identidad de género y las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales, con penas que pueden alcanzar los 25 años de prisión.
