El uso obligatorio de mascarillas se está uniendo al aumento progresivo en la demanda del transporte público como consecuencia de la vuelta de los trabajadores los centros de trabajo.
La norma recoge que todos los viajeros deben utilizar una mascarilla cuando suben a un vehículo del transporte público. Pero hay excepciones. Entre ellas, las personas que padecen problemas respiratorios como el asma. Quienes padecen este tipo de patologías necesitan mascarillas con ventilación, puesto que pueden experimentar cuadros en los que sus síntomas se agraven, especialmente si utilizan mascarillas con filtro.
El problema, sin embargo, es doble. Primero, porque hay escasez de mascarillas con ventilación, las FPP3 y, además, cuentan con precios por encima del resto de categorías. También, porque no se ha estipulado ningún tipo de certificado que permita a la persona identificarse como paciente con problemas respiratorios en cualquier momento, algo que facilitaría enormemente el trabajo de los empleados y, también, ayudaría a solucionar algunas situaciones.
En Madrid, por ejemplo, una viajera ha sido increpada por subir a un autobús de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) sin la mascarilla correspondiente. Un episodio de tensión que evidencia un agujero en el decreto actual.
"¡Tengo problemas en los pulmones!"
En el vídeo, la viajera responde a quienes la increpan con evidente agresividad. "Si ves las noticias, puedes quitarte la mascarilla para respirar un rato, ¿vale?", espeta.
"Tengo problemas de pulmones, ¿vale? Pues entocnes te callas la boca, que no quiero hablar con personas como tú", responde, cuando le exigen que descienda del autobús por no portar la mascarilla, como recoge Telemadrid.
El problema, nuevamente, es la falta de una identificación que permita comprobar si la persona está exenta de la obligatoriedad del uso de mascarilla ante este tipo de excepciones que se recogen en el decreto.