La tensión se recrudece en Oriente Próximo, cuando Israel ha consumado la invasión terrestre de Líbano, a tan solo un año de iniciar el conflicto en la Franja de Gaza. Desde entonces, surgen las denuncias por violaciones de derechos humanos, incluyendo la Organización de las Naciones Unidas, que recuerda que supone una "violación de la soberanía" de Líbano.
La violencia contra la población local encuentra paralelismos entre Gaza y Líbano. La ONG Acción contra el Hambre ha denunciado un mismo 'modus operandi' en ambos casos, por el que se emplea el hambre como arma de guerra y eleva el peligro sobre los trabajadores humanitarios.
"En Líbano estamos observando el 'modus operandi' que hemos visto en la Franja de Gaza", ha expresado contundente el responsable de incidencia de Acción contra el Hambre en Oriente Próximo, Jean-Raphael Poitou.
En un acto en Madrid ha afirmado que los casos de Gaza, Cisjordania y Líbano han mostrado el "bloqueo de camiones y la distribución de la ayuda se está utilizando como arma de guerra", que ha puesto el foco sobre las dificultades que encuentran los organismos internacionales para repartir con seguridad toda la ayuda humanitaria imprescindible.
Entre otros detalles, denuncia la destrucción de almacenes de alimentos en los bombardeos y la precaria situación de los habitantes, que "están desesperados, atacando los camiones porque se están muriendo de hambre".
En la Franja de Gaza se está disparando el precio de los alimentos, mientras que el 80% de las familias palestinas depende de asistencia alimentaria externa y la producción agrícola ha descendido en el 60% porque se "han destruido cultivos, tierras, olivos y se ha cortado el acceso al agua en Gaza y Cisjordania".
La responsable de Acción contra el Hambre en Oriente Próximo, Natalia Anguera, ha denunciado que este tipo de "acciones no respetan el Derecho Internacional Humanitario y ponen trabas a la ayuda humanitaria, orientadas a aumentar el hambre y vulnerabilidad de la población".
Más de 40.000 muertos
La incursión de Israel en la Franja de Gaza ya ha provocado la muerte de más de 40.000 muertos durante el último año, sumados a la invasión terrestre en Líbano, que ha dejado durante las últimas jornadas más de un millar de fallecidos.
La destrucción, especialmente en Gaza, se extiende en toda la zona y se ha calculado en más de 40 años el tiempo necesario para retirar todos los artefactos explosivos sobre su suelo y que todavía no han explotado, que garantizarían la seguridad de sus habitantes.
