Hasta mediados de los años 80 eran pocos los que conocían la existencia de una enorme central nuclear cerca de la ciudad ucraniana de Chernóbil. Sin embargo, lamentablemente esto dejó de ser así el 26 de abril de 1986, cuando uno de los cuatro reactores de una central de Ucrania comenzó a arder, formando el que acabaría siendo el peor desastre nuclear de la historia, igualado únicamente con el que ocurrió en 2015 en Fukushima.
Tras casi 40 años de la terrible desgracia, el accidente de Chernóbil ha vuelto a ser recordado estos últimos años con motivo de la invasión rusa a Ucrania, llegando a levantar ciertas preocupaciones sobre un posible nuevo accidente nuclear en la zona.
¿Cuál fue el origen del accidente?
El reactor RBKM número cuatro de la planta nuclear de Chernóbil, en Prípiat (Ucrania) estalló. Los responsables de la central no siguieron las medidas de seguridad necesarias y el combustible de uranio del reactor se recalentó.
Aquellas centrales no incluían lo que se conoce como "estructura de contención", una cúpula de hormigón diseñado para mantener la radiación dentro de la planta en caso de tal accidente, con lo que la explosión acabaría provocando la dispersión de elementos radiactivos, (plutonio, yodo, estroncio y cesio), que contaminaron un área de 142.000 kilómetros cuadrados en el norte de Ucrania, el sur de Bielorrusia y la región rusa de Briansk.
Además, los bloques de grafito utilizados como protección se incendiaron a alta temperatura cuando el aire penetró en al núcleo del reactor, lo que contribuyó a la emisión de materiales radiactivos al medio ambiente.
¿Cuánta gente se vio afectada?
En un primer momento, la explosión acabó con la vida de dos trabajadores de la central. Otras 28 personas, entre bomberos y miembros de los servicios de emergencia encargados de la descontaminación, fallecieron durante los tres primeros meses posteriores a la explosión por enfermedad de radiación aguda.
La lluvia radiactiva, 400 veces superior a la radiactividad liberada en Hiroshima, expulsó a más de 300.000 personas de sus hogares. Según datos de la OMS, un estudio realizado por un centenar de científicos determinó que la radiación de Chernóbil podría haberse cobrado la vida de unas 4.000 personas en los primeros 20 años después de la tragedia.
Aunque la Organización Mundial de la Salud nunca llegó a determinar el número exacto de víctimas, se estima que fueron en torno a 9.000 muertos, incluyendo a aquellos que fallecieron posteriormente por sus consecuencias.