El Papa Francisco se encuentra de visita en Chile y ha querido aprovechar su discurso en el Palacio de La Moneda para pedir perdón a las víctimas de los abusos sexuales dentro de la Iglesia Católica. Sin embargo, a la misa celebrada por el pontífice en Santiago ante 400.000 personas acudió el obispo chileno Juan Barros, envuelto en polémica por encubrir al cardenal Fernando Karadima, acusado de abusos sexuales a menores.
"Debemos escuchar a los niños que se asoman al mundo con sus ojos de asombro e inocencia y esperan de nosotros respuestas reales para un futuro de dignidad", comenzó diciendo. "Aquí no puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la iglesia", dijo el Papa argentino ante la presidenta chilena, Michelle Bachelet. También hizo un llamamiento a sus "hermanos del episcopado" y les pidió que se uniesen para apoyar a las víctimas y que no se volviesen a repetir los abusos. Sin embargo, en ningún momento pronunció esta palabra.
Cuestionan el perdón
Aunque el Papa Francisco haya sido el primer pontífice en hablar sobre los casos de pederastia por parte de los curas y sacerdotes, varios religiosos y políticos ponen en duda sus disculpas. También se encendieron las redes que consideran este discurso como una hipocresía. Y es que la presencia de Juan Barros no tiene sentido, ya que este encubrió al obispo Fernando Karadima, que abusó de menores.
El sacerdote chileno fue denunciado en 2010 por varias víctimas, pero para la justicia chilena los casos habían prescrito. Por su parte, el Vaticano lo declaró culpabe de las violaciones a menores y le expulsó de la Iglesia.
Mientras, en la Repúclica chilena se vive un ambiente tenso, ya que en la última semana han salido a la luz más de 80 casos de religiosos que abusaron de menores. La lista fue revelada por la ONG estadounidense Bishop Accountability, que desde 2003 se encarga de investigar y publicar los casos de pederastia en la Iglesia Católica.
Para las víctimas este perdón no es suficiente. En declaraciones a AFP, Juan Carlos Claret, portavoz de una asociación que lucha por la expulsión del obispo Juan Barros, dijo que necesitan que el Papa intervenga de forma determinante en la iglesia chilena.
