Que la sociedad a veces tiene unas ideas un tanto descabelladas es algo que todo el mundo puede asumir. Y más aún en los últimos tiempos cuando las redes sociales e internet son ya algo intrínseco al día a día. La última de las peticiones que han generado un gran revuelo mediático es la solicitada en la plataforma change.org. En ella se pide, nada menos, que la demolición del Acueducto de Segovia.
Que se haga este tipo de petición contra uno de los monumentos más famosos del mundo, es algo que a todas luces puede resultar descabellado. No es la primera vez que contamos que esta plataforma lanza peticiones un tanto extrañas, sin embargo, esta ha desatado una oleada de indignación entre los segovianos que han observado cómo se pretende solicitar la destrucción de un monumento declarado Patrimonio de la Humanidad.
Jesús Arroyo es el impulsor de esta solicitud. Economista y colaborador en algunos programas de televisión, argumenta que el Acueducto representa la "opresión" romana sobre los hispanos. Los ciudadanos segovianos han mostrado su indignación contra el economista en los comentarios de la petición de manera abrumadora, llegando a solicitar que se le declare como "persona non-grata" en la ciudad.
No todos los comentarios se han tomado la petición como algo real y piensan que se trata de una petición irónica e incluso ven en la petición una forma de evidenciar en lo que se ha convertido la plataforma de peticiones. Algunos usuarios indican que esta petición viene a reforzar la idea del "sin sentido" de cientos de peticiones que pueden observarse en la página que han transformado un fin mucho más honorable en peticiones absurdas y ridículas.
Un monumento con más de 2.000 años de antigüedad
La iniciativa no cuenta con siquiera 500 firmantes apoyando la propuesta tras tres días desde que se inició, frente a los cientos de comentarios apoyando al monumento y su importancia para la ciudad. El acueducto fue construido hace más de dos milenios, sin argamasa y con 20.400 sillares de granito por los romanos para llevar el agua desde la sierra de Guadarrama a la ciudad de Segovia. Hoy en día se ha convertido en uno de los lugares emblemáticos del país y principal reclamo turístico de la ciudad.
Sin embargo, la petición hace referencia a que el acueducto es un "símbolo de la represión en España" y con su destrucción "evitar que se sigan realizando allí homenajes y celebraciones a los opresores romanos". Arroyo además sugiere cual sería el sustituto del Acueducto: un "centro por la memoria y contra la explotación laboral" construido eso si con sus piedras demolidas.
