La captación de jóvenes para la "Yihad" es algo que ha ido ocurriendo a lo largo de los años, y dentro del mundo del deporte no va a ser menos. Nizar Trabelsi fue un ejemplo de esta realidad, un futbolista que dejó el balón para unirse a Al Qaeda y que fue condenado por ser cómplice del atentado a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001. En este momento, su historia ha dado un giro de 180 grados.
Nizar es un futbolista que nació en Túnez y que hizo su carrera en la Bundesliga desde 1989 hasta 1994. Después dejó el fútbol para unirse a Al Qaeda en 1998, donde conoció a quien, según él, veía como su padre: Osama Bin Laden. La primera misión que tuvo dentro de la organización fue participar en la destrucción de la estatuas de los Budas de Bamiyan en marzo de 2001, al considerar que rendían culto al régimen talibán.
Momento de la detención de Trabelsi
Otra de las misiones en las que estuvo implicado el exfutbolista fue la de estrellar un camión con 950 kilos de explosivos contra la base militar de Kleine-Brogel, el Béliga. Sin embargo, este atentado nunca llegó a ponerse en marcha.
El 13 de septiembre de 2001, dos días después del ataque contra las Torres Gemelas, Nazir fue detenido. Un total de 12 personas fueron arrestadas por las fuerzas policiales belgas. Ahora, 23 años después de lo sucedido, Nizar Trabelsi ha sido absuelto.
En 2003, el exfutbolista fue condenado en Bélgica, y posteriormente acusado por un gran jurado estadounidense, lo que produjo su extradición a Estados Unidos en 2013. El tunecino se reunió con Osama Bin Laden antes de los atentados del 11-S, pero ahora el jurado de Washington DC ha declarado la absolución para Trabelsi.
De esta forma, el pasado mes de julio un jurado emitió un veredicto de no culpabilidad por tres cargos: conspiración, intento de utilizar armas de destrucción masiva y conspiración para matar a ciudadanos estadounidenses fuera de Estados Unidos. "Inocente. Finalmente, soy inocente. 23 años". Así lo contaba el exfutbolista al final de su juicio.
