El mundo sigue sin aceptar al colectivo LGTBI como bien merece y, aunque en este caso no se trata de una agresión, se trata de un acto igual de condenable, no solo legalmente, sino moralmente también. Un hombre ha sido detenido tras cometer abuso infantil negligente al abandonar a un niño en medio de la carretera tras pensar que podía ser homosexual.
La policía de Florida (Estados Unidos) descubrió que Evenaud Julmeaus, un hombre de 30 años, había dejado a este joven a su suerte tras conocer que el niño poseía material pornográfico homosexual en su dispositivo móvil. A sus 30 años, Julmeaus no ha sido capaz de aceptarlo y sin pensárselo dos veces, le dejó tirado en medio de una calzada.
Intentó mediar con él. Nadie en redes sociales se explica cómo alguien puede ser capaz de mediar sobre un tema tan personal como este, pero la sexualidad del niño representaba un gran problema para Evenaud, por lo que no dudó en discutir con él. Después le obligó a coger varias cosas de casa, meterlas en una maleta e irse con él en el coche.
Un testigo dio parte de los hechos
Al parecer Evenaud no pretendía dejarlo tirado, sino llevarlo hasta el Departamento de Policía de la localidad de Haines. Cuando llegaron, se encontró con la comisaría cerrada, por lo que decidió marcharse y dejarle totalmente desamparado, explicándole que la policía le encontraría un nuevo hogar y que la única razón de esto era su presunta homosexualidad.
Por la confidencialidad de los datos, especialmente tratándose de un menor, los medios de comunicación estadounidenses no han desvelado los datos personales del niño, aunque tampoco qué tipo de relación tenía con el autor de los hechos. Sí se ha podido saber que el niño no tenía nada entre sus enseres que pudiera utilizar para contactar con algún conocido o allegado. Ni comida, ni agua, ni dinero. Le dejó en la más absoluta penumbra.
Para suerte de todos, y especialmente del pequeño, una persona vio cómo el arrestado decidía marcharse en su coche sin el niño, por lo que no dudó en avisar a las autoridades, que se pusieron rápidamente manos a la obra para rescatarle y buscar al individuo que se había desentendido cruelmente de él.
La madre del menor no supo lo que había ocurrido hasta que Julmeaus volvió a casa sin su hijo, quien no dudó en desvelarle lo que había hecho, e incluso, dónde le había dejado. Después de que las autoridades conocieran los hechos, con una madre totalmente desesperada ante el caos sembrado por este denigrante hombre, fueron a su propio domicilio para proceder a su detención. Huyó, dejando a otros dos niños desamparados dentro de la vivienda, sin ningún adulto en su interior.
Finalmente, no pudo con la carga mental de lo que había hecho y se entregó a la policía, donde permanece bajo la custodia de los agentes en sus dependencias. Según el New York Post, acusado de tres cargos de abuso infantil negligente.
