Hace dos semanas, los ocupantes de las más de 200 viviendas afectadas por la acción de la Iglesia recibieron un burofax que les informaba de que sus viviendas habían sido vendidas.
El País informa acerca de cómo los habitantes conocieron la noticia: "Vino un señor y me dio una carta sin más explicaciones", "Mi hija me explicó que igual nos echan de casa. ¡Y yo pensé que era propaganda!" o "No entiendo qué está pasando", han sido algunas de las declaraciones de los afectados.
Fusara tenía en su poder 14 bloques, gracias a la herencia de familias adineradas. Dichos bloques fueron vendidos el pasado 30 de julio, aunque la organización relacionada con la Iglesia no ha adelantado detalles de la operación.
Futuro incierto
También se desconoce qué ocurrirá con los inquilinos de estos catorce bloques madrileños. Son vecinos con contratos de alquiler en vigor, algunos con rentas antiguas y, otros, con rentas por debajo del precio del mercado. Gracias a sus mensualidades, Fusara mantenía los centros educativos concertados que están a su cargo.
Los vecinos, ahora, están preparándose para denunciar a la organización, que les juró que sus casas nunca se venderían. "Nos dijeron que se iba a prorrogar cada año y que nunca se iba a vender", indica un matrimonio afectado. La liquidación y venta de los inmuebles se produjo el 30 de julio y ahora a todos los inquilinos les acecha la misma pregunta: ¿Qué va a pasar con sus contratos?
Manuel Fernández Clemente, secretario de Fusara, aclara que "se mantendrán todos los contratos que están en vigor", aunque admite no saber qué ocurrirá con aquellos que caducarán el mes siguiente. Indica, además, que firmó un contrato de confidencialidad que le impide comunicar tanto el precio como el comprador de los 14 edificios.
Cada bloque tiene un comprador
El 25 de septiembre, como informa El País, Carmen Martínez, una de las vecinas afectadas, recibió otro burofax: "Venimos a informarles de que el pasado 30 de julio se formalizó la escritura pública de compraventa a favor de Alprozan Premium S.L del inmueble/local arrendado por usted".
Y así ocurrió en el resto de edificios, aunque en cada comunicado aparecía una sociedad limitada distinta: Neoxata Trade S.L., Prozarmo Partners S.L o Pirosca Market S.L. son algunos de los nuevos propietarios.
Todas estas empresas se crearon entre abril y junio de este mismo año, con 3.010 euros de capital cada una, y con una misma administradora: María Elena García Pastrana. No obstante, cabe resaltar que las sociedades cambiaron de administrador días más tarde. El ahora responsable es Roberto de Juan Gónzalez, que ha declarado que su intención "es que los vecinos estén tranquilos. Cosa diferente es que la gente que esté viviendo ahí considerara que, como esto era de la Iglesia, tendría una casa de por vida. Cuanto antes sepa la gente que los Reyes Magos son los padres, mejor".
A su vez, han seguido y seguirán mandando burofaxes a los vecinos afectados: "Le comunicamos la decisión irrevocable de rescindir el contrato el mes que viene. Atentamente, Roberto de Juan".