A tan solo pocos días de que se resuelva el requerimiento que ha enviado el Gobierno de Mariano Rajoy al President de la Generalitat, Carles Puigdemont, la tensión continúa en aumento en el entorno independentista. La fractura ha sido evidente desde que la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) fuera suspendida a petición del propio Puigdemont tras haberla proclamado en su discurso del 10 de octubre.
La CUP ha enviado una carta al 'Molt Honorable President' de la Generalitat de Catalunya para exigirle que levante la suspensión de la DUI y responda a la aplicación del 155 por parte del Gobierno central con la proclamación de la República Catalana. Los radicales independentistas habían otorgado un mes de gracia a Puigdemont para continuar con la ruptura con España. Sin embargo, la puesta en marcha del artículo que podría suspender la autonomía por parte de Rajoy, en acuerdo con PSOE y Ciudadanos, ha acelerado los plazos y han abocado a un nuevo precipicio a ambas partes.
Puigdemont, acorralado
Carta completa al MHP @KRLS ???? Reflexions sobre el requeriment del govern espanyol de la declaració d'independència i sobre la suspensió de la mateixa https://t.co/MeVpHE2UkPpic.twitter.com/ESq7lVdyCL
— CUP #Independència (@cupnacional) 13 de octubre de 2017
Esta carta enviada por parte de la CUP ha encendido aún más los ánimos dentro de la debilitada unidad en torno a la declaración unilateral de independencia. Los sectores independentistas se han sumado a esta presión sobre Puigdemont. La Asamblea Nacional Catalana (ANC) y varios diputados de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no cesan en su lanzamiento de mensajes en pro de la proclamación inminente de la República.
Esta misiva le pide a Puigdemont que responda al Estado "en los términos del mandato popular" con respecto al resultado que expresó el pueblo catalán en el referéndum ilegal -y sin garantías democráticas- del 1-O. La CUP asegura que solo proclamando una república serán capaces de "respetar lo que la mayoría expresó en las urnas". Asimismo, asegura que para que se suceda un reconocimiento de la comunidad internacional, deben primero constituirse como un Estado, "un sujeto político" independiente de España.
En la carta aseguran que la respuesta al requerimiento del 155 para saber si se proclamó o no la DUI debe ser la proclamación ipso facto de la República. De lo contrario, se estarían avalando las posturas del orden constitucional español, "cada una de sus amenazas, su rechazo y su represión y supondría volver a la legalidad constitucional española con la que la mayoría social resolvió responder", afirman los independentistas.
Pese a que la CUP es consciente de que la comunidad internacional y los poderes económicos no reconocen los resultados del referéndum ilegal, consideran oportuno que no pueden quedarse inmóviles ante la "pérdida de derechos y libertades". Por lo tanto, encomiendan a Puigdemont a continuar con el mandato popular que dicen que es el único válido, olvidándose de los millones de catalanes que no participaron en el referéndum ilegal.
"Si pretenden seguir aplicando, ahora ya con requisitos formales cumplidos, las previsiones del artículo 155 de la Constitución y nos quieren seguir amenazando y amordazando que lo hagan con la república ya proclamada. Por fortuna seguiremos sin apoyos de mercados y estados, seguiremos sin grandes riquezas naturales y sin poderes económicos que nos den apoyo pero lo haremos con la gente y con sus esperanzas y con toda su dignidad". Con estas palabras, concluyen la misiva coaccionadora.
Los independentistas, en pie de guerra
Fuera de la CUP, partidos como ERC y otros sectores independentistas entre los que se incluye la ANC han comenzado a elevar la presión y añadir más tensión a la situación. Todos quieren conseguir el mismo objetivo: que Puigdemont no se repliegue, no ceda, no reconozca la legalidad de la democracia española y establezca de una vez la República Catalana.
Gabriel Rufián, diputado nacional de ERC, alude a los ciudadanos que fueron a votar el 1 de octubre para asegurar que le deben la DUI a ellos:
Lo único que sé es q nos debemos a quienes pusieron el cuerpo y el corazón por esto en la calle. Hasta el final.
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) 12 de octubre de 2017
Y no es el único, puesto que el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, apoya la proclamación inmediata del nuevo Estado catalán:
Totalment d'acord.
— Oriol Junqueras (@junqueras) 12 de octubre de 2017
La ANC redobla la presión sobre el President para que levante la suspensión de la DUI que solicitó al Parlament tras su comparecencia en el pleno. Asimismo, le insta a aplicar inmediatamente la Ley de Transitoriedad que fue suspendida por el Tribunal Constitucional por romper con el orden legal y democrático:
Atesa la negativa de l'Estat espanyol a qualsevol proposta de diàleg, instem el Parlament a aixecar la suspensió #welcomeCATALONIA
— Assemblea Nacional (@assemblea) 12 de octubre de 2017
En un comunicado hecho público por el secretariado de la ANC, el grupo independentista se ha posicionado una vez más sobre la actual situación tras el envío del requerimiento por parte del Gobierno central. "Vista la negativa del Estado español a cualquier propuesta de diálogo, ya no tiene ningún sentido mantener suspendida la Declaración de Independencia. Por eso instamos al Parlament a levantarla, y al President y al Govern a implementar la Ley de Transitoriedad jurídica y fundacional de la República", declaran en el documento público en el que se posicionan fuera de la legalidad.
Una decisión complicada
Todas las miradas están centradas en Carles Puigdemont, el hombre que decidió emprender un camino incierto para romper con España. Sus decisiones han partido en dos a la sociedad de Cataluña y España en general. Familias, amigos, compañeros de trabajo y toda la población se encuentra enfrentada a raíz de la puesta en marcha del procés.
Esta hostilidad incluso ha logrado despertar a esa parte de la población que es favorable a la unidad de España y que se encontraba en un estado de somnolencia durante los años en los que los independentistas han removido el avispero.
Tras la proclamación de la República Catalana durante solo 8 segundos por parte del President y la posterior petición de suspensión de la DUI al Parlament, el Gobierno central ha puesto en marcha la aplicación del artículo 155 al enviarle un requerimiento a Puigdemont para que aclare si ha declarado o no la independencia. La respuesta que envíe la Generalitat puede provocar un gran terremoto político tome la dirección que tome.
Si Puigdemont confirma que no ha declarado la independencia, el bloque independentista se puede ver abocado a sufrir graves turbulencias que podrían desembocar en la convocatoria de nuevas elecciones autonómicas. Sin embargo, en el caso de asegurar que la DUI está en marcha pese a la suspensión, el Estado tendría que aplicar el 155 y suspender la autonomía catalana. Una decisión que tendría unas repercusiones de insospechadas consecuencias. Pase lo que pase, la brecha existente en los ciudadanos y ciudadanas parece ser irreparable.