Britney Spears estremeció al mundo cuando decidió declarar ante la justicia para recuperar el control de su vida. Con su duro relato expuso todas las razones por las que solicita a la justicia norteamericana que su padre deje de ser su tutor legal. "Sólo quiero que me devuelvan mi vida. Han pasado 13 años y ya es suficiente", dijo la cantante.
Sin embargo, la justicia ha decidido darle la espalda. La Corte Superior de Los Ángeles ha denegado su petición para destituir a su padre como tutor de su patrimonio, que se estima en unos 60 millones de dólares. Así, el fallo estima que el patrimonio de la estrella del pop debe seguir siendo controlado y conservado en parte por su padre Jamie Spears. La jueza Brenda Penny también ha confirmado el papel de Bessemer Trust como co-fiduciaria del patrimonio.
Britney Spears ha estado bajo tutela desde que sufrió un problema de salud mental en 2008. Por primera vez, la intérprete de temas tan cocidos como 'Baby One More Time' o 'Toxic' solicitó poner fin a la tutela legal por la que su padre controla su vida desde hace 13 años, al considerarla "abusiva" y "absurda". "Esta tutela está pagando el sueldo de mucha gente. Estoy harta", aseguró la cantante ante el juzgado de Los Ángeles durante una intervención telefónica repleta de declaraciones contundentes como: "no soy feliz", "no puedo dormir" y "me sentí drogada".
Jamie Spears ejerce de tutor conjunto de las finanzas de su hija y también estuvo a cargo de sus asuntos personales hasta que renunció a ese puesto en septiembre de 2019. El año pasado, Britney Spears inició un proceso legal para evitar que su padre volviera a desempeñar ese papel. En las presentaciones judiciales, Britney Spears dijo que quería que la firma privada de gestión de patrimonio Bessemer Trust fuera nombrada fiduciaria exclusiva, lo que, por el momento, ha sido denegado.
El padre pide una investigación por sus declaraciones
El padre de la cantante ha solicitado formalmente que se investiguen las declaraciones que hizo su hija, que vertió "alegaciones serias sobre trabajo forzado, terapia médica forzada, cuidado médico inadecuado y privación de derechos personales". En dos documentos presentados recientemente, James Spears asegura que hace casi dos años que él no tiene poder alguno sobre los temas de carácter personal de la vida de su hija.
"Dada la naturaleza de las acusaciones y reclamos es crucial que la corte confirme si el testimonio de la señora Spears es exacto, o no, para determinar qué tipo de acciones correctivas, de ser necesarias, deben emprenderse", solicita Spears en su escrito.
Por su parte, este conflicto ha desatado un movimiento en apoyo a Britney Spears al que se han unido varios artistas bajo el lema #FreeBritney.