A veces ponemos la tele y no sabemos si estamos viendo el telediario o la última película de James Bond. Desgraciadamente, de un tiempo a esta parte los casos de corrupción copan los titulares en España, y lo hacen de las formas más rocambolescas posibles: sobornos con trajes y bolsos, espionaje en restaurantes, falsas identidades, suites de lujo sospechosamente baratas, tramas de las que se libra un político misteriosamente... Historias (presuntamente) reales que bien darían para una ficción.
1 Una suite presidencial por 70€
La última incorporación ha sido la de la suite presidencial de Punta Cana que disfrutó el ministro Soria en compañía de su mujer durante este verano. Tras publicarse que habían sido invitados durante una semana por el dueño del hotel, Soria argumentó que solo habían sido dos días y él había corrido con los gastos. Para demostrarlo, ha presentado un recibo equivalente a 283 euros por las dos noches (unos 70 euros por noche y por persona), si bien la suite presidencial no baja de 1.300 euros, y en temporada baja. El hotel es un todo incluido y la suite, además de terraza y jacuzzi, incluye un servicio privado de mayordomo.
2 Chicas altas, rubias y putas
El caso Gürtel ha dado lugar a varios titulares dignos de película de Almodóvar. O de Santiago Segura. "Necesito tres chicas altas, rubias, que sean putas, muy putas". No, no es una frase de Torrente, sino de Francisco Correa según su exsecretaria Maica Jiménez, que ahora ha sido llamada a declarar por estas afirmaciones. La historia va más allá de la prostitución e incluye sicarios. En las mismas grabaciones, Jiménez muestra su temor a señalar a Correa, principal acusado de la trama que relaciona a empresarios y miembros del PP, porque fue advertida con las siguientes palabras: "conozco a Paco y, si se entera, te manda un sicario. Paco no se anda con chiquitas".
3 Espionaje en el restaurante
Si el caso del fraude fiscal de la familia Pujol ya era un escándalo de por sí, la grabación de unas conversaciones en un restaurante le dio el toque cinematográfico que le faltaba. Fueron llevadas a cabo en 2010 por la agencia de detectives Método 3, que ocultó un micrófono en la mesa de un restaurante y grabó una conversación entre Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP catalán, y María Victoria Álvarez, exnovia del hijo de Pujol. En la conversación, esta última habría revelado ya entonces el asunto del desvío de fondos. Sánchez-Camacho se defendió de no haberlo denunciado alegando que era una charla informal sin pruebas concluyentes. El asunto acabó como el Rosario de la Aurora, con denuncias, cruces de acusaciones y prohibición a los medios de reproducir las grabaciones.
4 Tonadilleras y bolsas de basura
La historia de los presos Julián Muñoz, Mayte Zaldívar e Isabel Pantoja no la superan ni las protagonistas de 'Orange is the New Black'. La tonadillera, por quien el alcalde de Marbella bebía los vientos, rompió el matrimonio y nos deleitó con esas inolvidables imágenes en el Rocío de la primera dama de Marbella y su amado besándose. Zaldívar se convirtió entonces en una víctima televisiva que se paseaba por los platós afirmando que el dinero en casa de Julián entraba en bolsas de basura. El patrimonio del triángulo amoroso iba aumentando a ritmo de la famosa frase "dientes, dientes, que es lo que les jode", hasta que las cosas se pusieron serias y comenzó la investigación, momento en que la Zaldívar negó todo lo dicho anteriormente. Con dos pares.
5 Sobornos con trajes de 30.000 €
Otra de las estrellas de la trama Gürtel fue la acusación de que el entonces presidente de Valencia Francisco Camps, entre otros cargos políticos importantes, habían concedido adjudicaciones a empresas con las que mantenían una buena relación. A cambio, habrían recibido trajes a modo de pago, estimados en un valor de hasta 30.000 euros. Finalmente, un jurado popular declaró a Camps inocente en el caso de los trajes por considerar que no se habían demostrado tales regalos.
6 Todos detenidos, menos yo: ¿conspiración?
Esperanza Aguirre ya lo avisó en 2011: "en mis listas hay gente que está imputada pero por tonterías, no por acusaciones". El que avisa no es traidor, y en los últimos años se han multiplicado las imputaciones a su alrededor, como si se tratara de una conspiración. Las tramas Gürtel y Púnica han rodeado a la condesa de Bornos desde su número dos, Francisco Granados, a personas de su confianza como los consejeros de Sanidad, Deportes e Inmigración, pasando por alcaldes, diputados y candidatos. Eso sí, Espe ha dejado claro que repudia estas acciones y, ante todo, que ella no sabía nada. No contenta, se ha condecorado de haber "destapado la trama Gürtel".
7 El Duque empalmado
Tener a la Familia Real implicada en el caos Nóos era ya digno de telemovie de Antena 3 a las cuatro de la tarde, pero la guinda la pusieron los e-mails que salieron a la luz de Iñaki Urdangarín, en los que el Duque mostraba su lado más guasón. Si nos dicen que es un gag de 'El Intermedio', nos lo hubiésemos creído. Y es que en uno de ellos, Urdangarín firmaba con el juego de palabras "el Duque em...Palma...do", lo cual hizo que nos frotásemos los ojos dos veces antes de poder creerlo. Un toque cómico a un asunto que no tiene ni pizca de gracia: desviar fondos de una organización sin ánimo de lucro.
8 El bolso de Louis Vuitton
Otro highlight del caso Gürtel fueron las conversaciones telefónicas en las que 'El Bigotes' (nótese el apodo novelesco) contaba que estaba comprando un bolso de Louis Vuitton a Rita Barberá, porque, aunque la alcaldesa de Valencia no les hacía ningún favor, tampoco hacía nada en su contra. Barberá salió al paso diciendo que el bolso era un "regalo absolutamente habitual" y que sus notas de agradecimiento solo demostraban que tenía "un despacho y una secretaria muy educada que responde a las cartas que me envían".
9 Falsas identidades: Amy Martin
La reputada columnista estadounidense Amy Martin cierra esta recopilación, que podría dar mucho más de sí. ¿Que no sabes quién es? No te preocupes, eso es porque no existe. Carlos Mulas, presidente de la Fundación Ideas del PSOE, estuvo en el punto de mira por pagar unos 50.000 € entre 2010 y 2011 a esta columnista, cuya marca comercial y logotipos estaban registrados a nombre del propio Mulas. Los artículos solo se publicaban en la web de la fundación, pero eso no impedía que alcanzasen un valor de hasta 3.000 €. Algo empezó a oler mal y Mulas fue acusado de estar sacándose un sobresueldo, pero su esposa Irene Zoe salió al paso diciendo que ella había escrito con el seudónimo de Amy Martin y que su marido no sabía nada, y se ofreció a devolver el dinero recibido. Decía que era un experimento y que pretendía mantener una doble identidad literaria. Mulas, eso sí, fue destituido.