La televisión en general, y las series en particular, son un importante factor de socialización. Y es que no solo nos ayudan a conocer mejor el mundo mediante sus escenas, sino que también recogen los cambios que el mundo va teniendo. Hay una especie de feedback entre las series y la realidad; mientras que las ficciones muestran una realidad, el mundo también absorbe lo que estas series están mostrando. Lo que muestran las series depende mucho de la situación, del contexto, y el mundo puede acabar viéndose influido también por lo que las series cuentan.
Por eso es importante, aunque haya quien no termine de comprenderlo, analizar las distintas ficciones que se emiten en determinados momentos. Es aquí donde entra en juego 'Girls', una famosa serie de HBO que comenzó a emitirse en 2012 y que enfrenta su última temporada. 'Girls' es una comedia dramática, creada por Lena Dunham, que narra la historia de cuatro veinteañeras que tienen que aprender a vivir.
Cada una de ellas tiene algo que la define particularmente: Hannah Horvath (Lena Dunham) aspira a ser escritora, y tiene una relación muy complicada con Adam Sackler (Adam Driver); Marnie (Allison Williams) no tiene muy claro qué quiere hacer con su vida; Jessa (Jemima Kirke) es una persona altamente inestable; y Shoshanna (Zosia Mamet) es una chica tan joven como inocente. Aunque hay algo que todas tienen en común: rompen con los estereotipos de género impuestos por la sociedad. No son el prototipo de veinteañera que se suele tener, ni tampoco el prototipo de mujer joven; porque no son prototipos, son realidades. Y esto es lo que hace de esta serie algo diferente: sus personajes son reales, tienen defectos y problemas, se equivocan y se arrepienten.
Con un aire a 'Sexo en Nueva York', y lo más alejado posible de 'Gossip Girl', 'Girls' es una serie que, a lo largo de su historia, ha hecho mucho por el feminismo. Ha visibilizado situaciones que, pese a ser tan comunes, se suelen acallar. ¿Todavía no has visto 'Girls'? ¿Quieres saber qué es lo que puede aportarte? Pues vamos a ver siete momentos de la serie en los que han roto tanto con los roles de género que, simplemente por eso, merece ser vista.
1 Libertad sexual, tanto femenina como masculina
Sí, ya hemos visto muchas series con alto contenido sexual. No obstante, la diferencia fundamental es que en 'Girls' el sexo es visto como algo totalmente natural; no es algo sucio o impúdico, no es algo que deba ser escondido. Es algo que tanto hombres como mujeres disfrutan, y que no tiene que conllevar ningún tipo de vergüenza.
Durante las cinco temporadas, se puede ver sexo de prácticamente todos los tipos. Ninguno de ellos se juzga ni se critica. Todos son aceptados, siempre y cuando las personas que se encuentren involucradas estén cómodas.
2 Adiós a los cánones de belleza
Una de las aportaciones más grandes de 'Girls' al feminismo es, sin duda, la presencia de Hannah y sus constantes desnudos. Hannah no tiene un cuerpo normativo, no tiene un cuerpo de portada de revista; mas eso no le impide disfrutar de él, lucirlo, enseñarlo y, sobre todo, amarlo. Hannah se quiere y se valora por lo que realmente es, independientemente de cómo sea su cuerpo. Y esto es lo mejor de toda la serie.
Se rompen los cánones de belleza, se muestra que no hace falta tener una belleza normativa para ser válida. Algo que muchas jóvenes deben escuchar de vez en cuando.
3 Los errores son algo natural de la juventud
A lo largo de las cinco temporadas que ya se han emitido, las protagonistas (y los protagonistas) cometen mil y un errores. No saben cómo enfocar su vida, a qué quieren dedicarse realmente, cómo quieren continuar... Y eso les lleva a fallar, una y otra vez. Pero eso no les hace desistir, sino que continúan buscando.
La vida consiste en eso, pese a que en otras series veamos cómo los jóvenes salen de la Universidad y, directamente, encuentran el trabajo de sus sueños. Eso no suele pasar. Antes de encontrar una estabilidad pueden pasar años; hay quien jamás la encuentra. Y esto no tiene por qué ser algo malo en sí mismo, simplemente son vivencias que van sumando.
4 Las enfermedades mentales no deberían ser un tabú
En un momento de la serie, Hannah habla de sus enfermedades mentales. Habla de ellas como algo natural, algo que ya ha asumido, que no debe esconder. Y así debería ser siempre con todas las enfermedades mentales. Los tabúes solo sirven para enrarecer la situación, para hacer que todo sea mucho más complicado.
La frescura de Hannah, y ese punto divertido que es capaz de aportar siempre, hacen que se vean las enfermedades mentales desde otro prisma diferente. Sí, son algo grave que debe ser tratado, pero no algo que deba ser ocultado.
5 La diversidad sexual nunca debe ser algo negativo
En 'Girls' hay espacio para todas las identidades sexuales habidas y por haber, y todas son recibidas con el mismo respeto. Poco importa que alguien sea heterosexual, homosexual o bisexual; esto está muy relacionado con el punto del que ya hablamos antes, sobre la libertad sexual.
Gracias a la visibilización que aporta esta serie sobre la diversidad sexual, se consigue que el espectador comience a plantearse que hay más identidades sexuales aparte de la suya, y que todas son igual de válidas.
6 Las relaciones sentimentales no son eternas y tampoco tienen por qué serlo
El amor romántico ha hecho mucho daño en nuestra sociedad. Hay quien cree todavía que solo hay un único amor a lo largo de toda la vida, y que perder ese implicaría no poder tener ningún otro más. Se aferran a su pareja de siempre pese a no sentir nada por ella, muchas veces por temor.
Pero eso no sucede en 'Girls'. Las parejas se deshacen con facilidad; con dolor, sí, pero también con facilidad. Porque ninguna unión tiene por qué ser eterna si alguna de las dos personas no quiere.
7 La amistad es un valor imprescindible
Algo que sí que permanece a lo largo de todas las temporadas (aunque con vaivenes) es la amistad entre las cuatro protagonistas. No todas se llevan igual de bien, pero sí que se apoyan en los momentos malos; se quieren, se respetan y se valoran, demostrando lo importante que es la amistad en el día a día.
Eso no implica que no tengan problemas o rachas peores. Las tienen, claro, pero es que eso es algo natural, algo que forma parte de la vida en general. Y visibilizar esto también es importante: las relaciones no tienen que ser perfectas para ser bonitas o duraderas.