Hay quien tiene la creencia errónea de que los alimentos que se consumen solo afectan directamente a la salud física, cuando realmente no es así. Y es que la dieta que cada uno siga tendrá repercusión también en nuestro estado anímico. Aunque parezca increíble a simple vista, mantener una alimentación poco saludable, con excesos y faltas al mismo tiempo, podría provocar incluso depresión.
El cuerpo humano, de forma natural y sin intervención externa, tiende a generar serotonina. No obstante, esta producción podría llegar a ralentizarse o detenerse por completo si hubiera falta de nutrientes. Sobre ello, se ha pronunciado el chef del restaurante Los Montes de Galicia, José Espasandín; en una entrevista con 'La Razón'.
Hay seis alimentos que todo el mundo debería evitar siempre que fuera posible. No solo porque sean poco saludables, sino porque hacen que el estado anímico de la persona empeore notablemente. ¿Quieres saber cuáles son?
1 Di no a los fritos
Todos los alimentos fritos suelen contener muchas más grasa saturada que aquellos que se hayan hecho a la plancha, por ejemplo. Se ha demostrado que la grasa saturada puede llevar a unas determinadas reacciones químicas a nivel cerebral que, posteriormente, podrían llevar a desarrollar ciertas conductas depresivas. Stephanie Fulton, investigadora del Hospital Universitario de Montreal, fue la que aseguró esto, y la Universidad de Navarra no tardó mucho en corroborar la teoría.
2 Los alimentos procesados pueden ser tus enemigos
En Gran Bretaña se realizó un estudio en el que se demostró que, en efecto, los alimentos procesados contienen unas sustancias químicas que pueden provocar tanto enfermedades cardiovasculares como inflamación. Además, estas mismas sustancias acaban favoreciendo que las personas desarrollen conductas depresivas.
Entre los alimentos procesados que consumimos con mayor frecuencia, se sitúan las carnes, los embutidos, los postres azucarados, y todos esos alimentos que se venden como comida rápida. Recordad que la falta de tiempo se puede solucionar también con comida saludable, y no siempre hay que recurrir a alimentos procesados.
3 Ten cuidado con los lácteos con mucha grasa
Dos universidades españolas, la Universidad de Navarra y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, han realizado estudios tras los cuales han relacionado de forma directa el consumo de grasas transgénicas con el desarrollo de la depresión. Lo mismo sucede con las grasas saturadas; y los productos lácteos pueden llegar a contener altas cantidades tanto de grasas trans como de grasas saturadas, con lo cual habría que tener mucho cuidado con estos productos.
Hay alternativas mucho más ecológicas y saludables, como podrían ser los sustitutivos vegetales. Aunque si os gusta la leche de vaca, siempre podéis optar por las que tengan un menor contenido graso.
4 ¡Evita los refrescos!
Se ha repetido una y mil veces hasta la saciedad: los refrescos tienen tal cantidad de azúcar y endulzantes que pueden acabar generando problemas a largo plazo. Es por eso que su consumo no se recomienda, o se recomienda en pequeñas dosis. Si bien es cierto que su dulzura provoca una especie de alivio a corto plazo, acaban provocando depresión si su consumo es continuado y excesivo.
Ha sido el Instituto Nacional de la Salud el que ha realizado un estudio tras el cual ha afirmado que si se consume más de un litro de este tipo de bebidas al días, las probabilidades de padecer depresión se incrementan. Por sorprendente que pueda parecer, es incluso peor si las bebidas son dietéticas.
5 El alcohol: el enemigo de la felicidad
Si hay una sustancia cuyo consumo a largo plazo propicia la aparición de una depresión de forma casi inequívoca, esta es el alcohol. Y es que interfiere directamente en el sistema nervioso, con lo cual acaba perjudicando a quien la consume de forma grave. Hay que señalar algo: cuando hablamos de que consumir alcohol puede propiciar una depresión, nos referimos al consumo continuado, diario y en grandes cantidades.
6 Los endulzantes artificiales también tienen su peligro
Se habla mucho del daño que hace el azúcar, pero a veces se olvida advertir que los endulzantes artificiales también pueden ser muy perjudiciales. Porque, según un estudio realizado por especialistas en Estados Unidos, pueden provocar una reducción de la produccion de la serotonina y la dopamina, produciendo depresión y ansiedad.
Es muy importante llevar un estilo de vida saludable; por muy complicado que pueda parecer a veces, es fundamental para ser feliz y estar a gusto en tu propia piel.