A tan solo unos días de la gran final de 'Supervivientes 2019', cuatro son los concursantes que todavía se disputan la victoria del reality show de Telecinco. Albert Álvarez, Mahi Masegosa, Omar Montes y Fabio Colloricchio: uno de ellos se convertirá en el ganador o ganadora de la edición más vista de la historia del reality. Sin embargo, las quinielas sobre quién logrará la victoria en el concurso son más inciertas que nunca.
Cualquiera de los cuatro supervivientes son merecedores de llevarse el premio a casa, pues han exprimido al máximo su paso por el concurso y han logrado un protagonismo especial a lo largo de estas doce semanas. No obstante, la apuesta de Mahi Masegosa es, sin duda, la más inesperada de todas. La joven, que contaba con el hándicap de ser prácticamente un personaje anónimo, ha conseguido ganarse el cariño de la audiencia, por eso repasamos 6 razones por las que Mahi debería ganar 'Supervivientes 2019'.
1 Porque no ha necesitado conflictos para ser protagonista
Su carácter amable, abierto y sin dobleces le ha llevado a mantener una convivencia pacífica y sin apenas conflictos. Dejando a un lado sus pequeños enfrentamientos con Violeta Mangriñán, Mahi ha sido la única de los supervivientes que ha logrado gran parte del protagonismo de la edición sin necesidad de centrar su concurso en exageradas discusiones, gritos y aspavientos injustificados.
Mahi es ese perfil de concursante capaz de mantener a la audiencia pegada a la pantalla siendo simplemente ella misma. La concursante ha puesto el foco en los directos, en los que sus intervenciones no han pasado nunca desapercibidas y cuyas conversaciones con Jorge Javier Vázquez han logrado restar dramatismo a las tramas del concurso, recordándole a la audiencia que estaban asistiendo a un programa, en definitiva, de entretenimiento.
2 Porque ha jugado sin pretensiones
Uno de los grandes éxitos de Mahi ha sido llegar al programa sin ningún tipo de pretensión más que la de ser ella misma y disfrutar de la aventura. Su ingenuidad le ha ayudado a descubrirse a sí misma, a contemplar asombrada sus avances, sus logros, a luchar por las recompensas y a aceptar las derrotas con naturalidad cuando no le ha tocado ganar. Son valores que a veces se echan en falta en concursos de este tipo.
La joven nunca se ha mostrado cansada de continuar en el programa, aunque apostamos que se ha sentido agotada en muchos aspectos puesto que superar la aventura no es nada fácil. No obstante, Mahi ha sido plenamente consciente de la gran oportunidad que el reality show le otorgó cuando su fichaje se hizo realidad y ha sido, quizá, la concursante más honesta consigo misma y con el público.
3 Por haber divertido a la audiencia
Si Mahi ha logrado llegar a la final de programa ha sido, entre otras razones, por su particular sentido del humor, que ha encandilado a la audiencia. Los espectadores del programa han reído con cada una de sus intervenciones, con sus ocurrencias, su gracia y su rapidez mental para contestar irónica y genuinamente a las cuestiones que le planteaba el concurso. Sin duda, su participación en el concurso ha supuesto un soplo de aire fresco en nuestra televisión.
La concursante merece ganar porque pasar por 'Supervivientes' no solo implica pescar muchos peces, ganar pruebas de líder o acaparar el protagonismo con un sinfín de enfrentamientos y conflictos. La verdadera guerra del superviviente es la que lucha contra su mente, contra el encierro y la incomunicación, contra el destierro en una isla desierta. Y Mahi ha sido la mejor venciendo esa guerra, manteniendo siempre una actitud positiva y conciliadora frente a las adversidades.
4 Porque le ha dado vida a su segunda... vida
A pesar de contar con un gran apoyo por parte del público, la concursante fue desterrada a mitad de concurso y desembarcada en El Palafito, reconvertido después en el Barco Varado, junto a Chelo García-Cortés. Allí la joven logró darle la vuelta a su concurso y convencer a la audiencia de que es una gran superviviente.
Mahi consiguió darle una vuelta de tuerca a la segunda oportunidad que el público le concedió y, junto a Chelo, ha protagonizado algunos de los mejores momentos del programa. En esta nueva localización consiguió mantener el fuego a pesar del fuerte viento, pescar una media de siete peces al día y hacerle más fácil la vida a su compañera Chelo García-Cortés, que asegura estar agradecida de por vida hacia la joven por el tierno trato que recibió por su parte.
5 Porque fue la primera en destapar la estrategia de Violeta
Cuando el culebrón entre Violeta, Fabio y Julen estaba en su punto de ebullición, Mahi fue la primera concursante que, durante una de las galas en directo, destapó la estrategia con la que Violeta podría haber entrado al concurso. Ni corta ni perezosa, a Mahi le bastaron apenas 20 segundos para dejar sin palabras a su compañera, que ni siquiera llegó a contradecir el planteamiento de la joven.
"La verdad es que yo no me creo a esta chica nada. Me parece que es una Pimpinela, que está todo el rato haciendo un papel, que aquí ha venido con un guion como la copa de un pino, que sabía perfectamente que aquí con alguien se tenía que liar y por eso volvió con su novio tres semanas antes para dejarlo aquí, que eso da mucho juego y ya está. Eso es lo que pienso yo".
6 Porque es un perfil diferente
Su salto a la fama lo logró tras su paso por el programa 'Maestros de la costura', en TVE, donde ya dejó ver su desparpajo y su particular forma de ser. Esta arrolladora personalidad llamó la atención al equipo de casting de 'Supervivientes', que no dudó en apostar por la joven, un perfil completamente diferente y que ha terminado cautivando a la audiencia. La concursante ha sabido aprovechar la oportunidad y ha logrado empatizar con un gran número de espectadores que la han conducido hasta la final del programa.
Se trata, sin duda, de un perfil totalmente atípico en este tipo de formatos y que, sin embargo, ha funcionado a la perfección. Es hora de que la audiencia de los reality shows de Telecinco premie el sentido del humor, el saber estar, la bondad y la originalidad. Su victoria podría suponer un antes y un después en el universo Mediaset, abriendo el camino a la transición hacia formatos más tróspidos y menos broncos.
