La erupción del volcán Cumbre Vieja en La Palma está acaparando toda la atención mediática. Y no es para menos, ya que un fenómeno de estas características no es muy habitual y menos en nuestro país.
Más allá de que se trata de un acontecimiento natural que deja unas imágenes impactantes, lo cierto es que las consecuencias de la erupción de un volcán puede ser devastadoras, especialmente para las personas que viven cerca de él. Por suerte, el de Cumbre Vieja no deja víctimas mortales, pero a lo largo de la historia otros sí han dejado un buen número de fallecidos. Hacemos un repaso de los volcanes más mortíferos.
1 Tambora, Indonesia, (1815)
Es considerado por muchos el volcán más mortífero de la historia. Y no es para menos, y es que en abril de 1815 la erupción de este volcán situado en la isla de Simbawa, en Indonesia, causó la muerte de unas 80.000 personas y produjo efectos climáticos globales.
Los flujos piroclásticos se extendieron durante 20 km, toda la vegetación de la isla fue destruida y la ceniza volcánica llegó hasta lugares a 1.450 kilómetros de distancia.
De este modo, el volcán Tambora, que contaba con 4.300 metros de altitud, pasó a medir tan solo 2.851 metros.
Pero los efectos del Tambora llegaron mucho más allá de la propia erupción. Y es que en Europa y América del Norte, 1816 fue conocido como el "año sin verano". En el hemisferio norte se perdieron cosechas y el ganado murió, provocando la peor hambruna del siglo XIX.
Además, cabe destacar que este contexto de crisis provocada por la hambruna comenzó la corriente artística del Romanticismo. Aún hoy, es difícil determinar todas las víctimas de aquella catástrofe.
2 Laki, Islandia (1783)
El 8 de junio de 1783 se produjo una de las mayores erupciones volcánicas de la historia. El sistema volcánico de Grímsvötn, en Islandia, entró en erupción y la fisura Laki comenzó a expulsar el que sería el mayor flujo de lava conocido. Las lavas basálticas entraron en erupción durante un periodo de 7 meses y se extendieron en torno a un sistema de fisuras de unos 27 kilómetros de largo.
Una amplia zona de la costa suroriental del país quedó arrasada y en el cielo de la isla se acumuló una densa capa de gases tóxicos y polvo que, en muy poco tiempo, acabó con la vida de la cuarta parte de la población (se calcula que murieron cerca de 40.000 personas) y con la casi totalidad de las cabezas de ganado existentes.
De esta forma, Las cenizas de la mayor erupción registrada en la historia de Europa llegaron hasta el Reino Unido y, de hecho, el verano del 1783 se conoce como "el verano de las arenas".
3 Krakatoa, Indonesia (1883)
El volcán Krakatau, más conocido como Krakatoa, en el
Causó 36.000 muertos, la mayoría por los devastadores tsunamis que arrasaron las cosas adyacentes de Sumatra y Java, y las explosiones de este volcán se escucharon en Australia, a 3.110 kilómetros de distancia.
Pero esto no es todo, sino que la onda de presión que generó la explosión fue tan poderosa que llegó a romper los tímpanos de unos marineros que estaban a 40 kilómetros del lugar. Se cree que el estruendo que provocó es el sonido más alto registrado en la historia, unos 180 decibelios.
4 Nevado del Ruiz, Colombia (1985)
Este extenso volcán cubierto de glaciares situado en el centro de Colombia ocasionó la erupción más mortífera de América del Sur en 1985.
Tras 69 años de inactividad el volcán Nevado del Ruiz entró en erupción tomando por sorpresa a las poblaciones cercanas. En esta ocasión, sus flujos piroclásticos fundieron los glaciares y la nieve, y generaron cuatro lahares que corrieron por las vertientes del volcán destruyendo un pequeño lago situado en el cráter Arenas varios meses antes de la erupción.
Estos lahares, conformados por agua, hielo, material piroclástico incandescente, pieda pómez, arena, lodo y rocas se mezclaron con otros materiales que encontraron a su paso aumentando su tamaño. Uno de ellos borró la pequeña área urbana de Armero, en Tolima, que se asentaba sobre el valle del Lagunilla.
Únicamente sobrevivió la cuarta parte de sus 28.000 habitantes. Otro de estos lahares descendió por el valle de Chinchiná y acabó con la vida de unas 1.800 personas. En total fueron unas 31.000 víctimas mortales.
5 El Mont Pelée, Francia (1902)
Situado en la isla de Martinica, forma parte del arco volcánico de las Antillas Menores. Aunque desde 1932 no ha vuelto a dar señales de actividad, la erupción más importante de este volcán Mont Pelée tuvo lugar en 1902, cuando la lava arrasó sin previo aviso todo lo que encontró a su paso hasta llegar a la capital del país, San Pedro.
Murieron más de 30.000 personas y el flujo piroclástico alcanzó un área de 21 kilómetros y los restos de la ciudad ardieron durante días. Actualmente San Pedro tiene tan solo 4.500 habitantes.