La nueva película de 'La Bella y la Bestia', esa que tiene como protagonistas a Emma Watson y Dan Stevens, y cuyo director es Bill Condon, ha sido todo un éxito de taquilla. En prácticamente todos los países en los que ha sido estrenada ha conseguido hacerse con la gran mayoría de espectadores que han ido al cine a lo largo de este fin de semana. En España, sin ir más lejos, ha recaudado más de cinco millones de euros. Pero es que, en Estados Unidos, su país de origen, ha recaudado más de ciento setenta millones de dólares; si hacemos el cambio a euros, son ciento cincuenta y ocho millones de euros, y así podremos ver la diferencia entre España y Estados Unidos. Abismal, cuanto menos.
'La Bella y la Bestia' tenía absolutamente todas las papeletas para acabar triunfando en taquillas. No solo cuenta con actores muy importantes, sino que también es el remake de uno de los clásicos más clásicos de Disney. La historia de la joven Bella ofreciéndose como prisionera para salvar a su padre, y enamorándose, poco a poco, del hombre que Bestia ocultaba bajo tanta garra, es una de las más dulces de Disney.
Pero... ¿La película es exactamente igual al clásico? No. La respuesta es un rotundo no. Si os consideráis amantes de la película original, esta os va a encantar, puesto que mantiene lo esencial: la magia de Disney, y el grueso de la trama. Mas hay algunas cosas que sí que cambian, y que aportan a la película un toque de distinción que merece ser tenido en cuenta. Porque ya no estamos ante una película pensada única y exclusivamente para los más pequeños, sino también para aquellos que un día fueron niños y crecieron con el clásico.
¿Queréis saber las cinco diferencias fundamentales entre el clásico de Disney y la película de Condon? ¡Pues vamos a ello!
1 Una Bella mucho más libre
Lo primero que notaréis en la película es que Bella es mucho más fuerte, tiene mucho más carácter que la antigua Bella. Y es que al darle el papel protagonista a Emma Watson, Bill Condon ya sabía lo que iba a obtener. Watson es uno de los iconos públicos del feminismo, siendo la cara visible de la ONU; ella no iba a dar vida a una princesa Disney que no tuviera autoridad e independencia. A nivel personal, eso podría acabar perjudicándole bastante.
Es por eso que la Bella que conoceréis en esta nueva película ha mejorado notablemente a la anterior. Es una mujer que reivindica su papel como aldeana, y que no se considera princesa en ningún momento; una joven que no quiere casarse, porque sabe que esto acabaría atándola más de lo que le gustaría. Una chica que lee, que enseña a las otras niñas a leer pese a que está mal visto en la aldea donde vive, porque sabe que la formación es fundamental para que las mujeres acaben aspirando a lo que realmente merecen.
El cambio, realmente, se nota en todos esos pequeños detalles que acaban dando profundidad a la película.
2 Una aldea más real
La aldea, a nivel estético, es la misma que la de la película. Pero, al igual que en el apartado anterior, hay pequeños detalles que van dotando de un mayor realismo a la trama. Por ejemplo, durante la canción de 'Mi pequeña aldea', se ve cómo los niños entran a la escuela; y cuando hablamos de niños no lo hacemos para referirnos al conjunto de niños y niñas, sino solo a niños, en masculino. Mientras ellos estudian y se forman, ellas son enseñadas a realizar las tareas domésticas. Esto hace que veamos, aún más, la importancia de la figura de Bella y de su padre en un entorno así.
Porque si Bella y su fuerza es importante, también lo es su padre, empujándola a crecer, a continuar formándose; y también lo es la aldea, mostrando la otra cara de la moneda.
3 Gastón, un personaje con más trasfondo
En el clásico, Gastón no es más que un villano molesto que poco tiene que aportar. Es el típico hombre vacío que únicamente piensa en su satisfacción personal y sexual. Y, a ver, no nos equivoquemos: en la película es igual. Continúa pensando en sí mismo por encima de todas las cosas, y continúa adorándose. Pero ahora el personaje está dotado de un trasfondo, de un porqué.
Gastón podría tener un shock post-traumático, derivado de sus vivencias en la guerra, de la que el propio LeFou admite que acaba de volver. En un momento determinado, además, le cuesta mucho trabajo controlar sus propios impulsos. Es agresivo porque apenas puede controlarse a sí mismo, y eso que en el clásico de Disney se mostraba como maldad, ahora aparece mostrado como un posible shock. Eso no quita que siga siendo el villano, y que su final acabe siendo el mismo.
4 LeFou, la sorpresa de la película
Hablar de lo bien que actúa Josh Gad, y de lo bien que da vida a LeFou, es imprescindible siempre que se hable de 'La Bella y la Bestia'. Porque un personaje que era totalmente secundario en el clásico, que apenas tenía importancia, ahora es uno de los que más risas provoca en el público.
Una de las sorpresas de este nuevo LeFou es que, por primera vez, se confirma la homosexualidad de uno de los personajes de Disney. Su amor por Gastón ya era obvia desde un primer momento en la otra película (no hay más que escuchar la canción que le dedica), pero es que ahora no lo oculta en ningún momento. Además, al final de la película hay un detalle que deja poco lugar a la duda. No os contaremos nada, por si aún no la habéis visto.
5 Personajes de color
Otro de los cambios que podréis apreciar con total claridad en esta película es que si bien en el clásico de Disney todos los personajes eran blancos, ahora también hay personajes negros. Por ejemplo: Madame Garderobe, el guardarropa, que mantiene su prodigiosa voz de ópera.
Además, Madame Garderobe está profundamente enamorada de Cadenza, el piano. Y es que ellos mantenían un romance antes de ser transformados en muebles; pero no os preocupéis, porque al final podrán volver a estar juntos.
Bonus canciones nuevas
No diremos en qué momento aparecen, o qué cuentan estas canciones (porque sería desvelar gran parte de las sorpresas de la película), pero lo cierto es que hay canciones nuevas. Y son tan bonitas como las originales, no os preocupéis. Desde luego, es una película que merece la pena ver, ya sea solo o acompañado.