Al menos 49 personas han muerto en dos ataques terroristas contra dos mezquitas de la ciudad neozelandesa de Christchurch. Las autoridades califican el acto como "extremadamente planificado" y vincula a sus autores, que retransmitieron el suceso en directo por internet, como personas relacionadas con la extrema derecha.
El suceso también ha dejado una veintena de heridos graves según la primera ministra y el hospital de Christchurch ha asegurado que está tratando a 48 heridos de diversa consideración.
Las autoridades han detenido a cuatro personas, aunque posteriormente han liberado a una de ellas porque no tiene relación con los hechos. Uno de los tres implicados es un líder de la extrema derecha australiana, Brenton Tarrant. Ninguno de los implicados había sido investigado previamente.
La primera ministra Ardern ha asegurado que el ataque había sido completamente planificado y no ha dudado en calificar su naturaleza: "Está claro que solo se puede describir como un ataque terrorista. Por lo que sabemos, parece que estaba bien planeado".
El primer ministro australiano, Scott Morrison, también se ha pronunciado para condenar el ataque y ofrecer todo su apoyo a la comunidad musulmana: "Nos sentimos muy afligidos, estamos en shcok, horrorizados e indignados. Condenamos absolutamente el ataque que ha ocurrido hoy por un extremista, un terrorista violento de derechas", ha valorado.
Lo emitieron en directo a través de las redes sociales
Los atacantes grabaron uno de los ataques mientras emitían todo en directo a través de las redes sociales. En las imágenes aparece uno de los autores vestido con ropa militar disparando a bocajarro con un arma automática a las personas que se encontraban en el centro de culto.
En las zonas atacadas se encontraban, al menos, entre 300 y 500 personas, según han señalado los testigos. Uno de los acusados ya ha sido imputados por asesinato y pasará a disposición judicial mañana sábado 16 de marzo. Las redes, lejos del papel utilizado por los terroristas, han sido espacio de apoyo a las víctimas.
El atentado llevaría bajo planificación durante los dos últimos años, según ha asegurado un especialista en seguridad a la emisora Radio New Zealand. En un texto en el que se ha atribuido el ataque, no duda en calificar la acción como "terrorismo" y ha incluido todo tipo de calificativos peyorativos contra la comunidad musulmana.
En el momento del suceso, la mezquita estaba recibiendo a varios miembros del equipo de cricket de Bangladesh cuando se produjeron los primeros disparos. Este mismo sábado se iba a celebrar un encuentro contra Nueva Zelanda que ahora ha sido cancelado como consecuencia del ataque. Una jornada que, según la primera ministra Jacinda Ardern, se ha convertido en "uno de los días más negros de Nueva Zelanda".
