Al menos 40 personas han muerto y otras 30 han resultado heridas en un atentado suicida en una madrasa coránica de Kabul (Afganistán). El edificio atacado alberga también una agencia de noticias afgana, tal y como ha señalado posteriomente el Ministerio del Interior tras el recuento de víctimas mortales.
La detonación se ha producido a las 10:00 hora local en el interior de la escuela religiosa, situada en el área de Qala-e-Nazer, al oeste de la capital. El portavoz del Ministerio del Interior, Nasrat Rahimim que también ha destacado que gran parte de las víctimas son niños.
El inmueble atacado alberga también las oficinas de la agencia de noticias afgana Sada-e-Afghan y una mezquita. El atentado no ha sido reclamado, por lo que no se descarta que tenga motivación yihadista o, por otro lado, que parta de los grupos insurgentes enfrentados entre sí. La mezquita es chií, un sector del Islam que se encuentra enfrentado al yihadismo (perteneciente a la creencia sunní).
Este atentado es el segundo que sufre la capital afgana en tan solo una semana. El pasado lunes 25 de diciembre, día de Navidad, murieron siete personas y otra más resultó herida como consecuencia de un ataque suicida contra una oficina de la principal oficina de inteligencia afgana.
Señores de la guerra
Hay que recordar que Afganistán está gobernado por los diversos señores de la guerra y que el gobierno oficial tiene poco control sobre el territorio. El Ejecutivo de Kabul ha vivido un serio retroceso de territorios que han minado su soberanía: tan solo se ha impuesto en un 57% del país.
El resto de la nación se encuentra dividida bajo el control de los diversos señores de la guerra y en divisiones entre las tres principales etnias del país: pashtunes, tayikos y uzbekos. Aunque las tensiones no se producen por el carácter étnico, sino por las malas relaciones entre algunos de los gobernantes de cada porción de territorio.
La capital ha sido objeto de graves ataques insurgentes. A finales del pasado mes de mayo, se produjo en la capital el peor atentado en el país desde 2001. Un camión cargado de explosivos dejó 150 muertos y más de 300 heridos.
En este aumento de la violencia, ha sido fundamental la retirada de la misión de combate de la OTAN en el mes de enero de 2015. El Ejército afgano y el gobierno democrático pierden poder y territorios, mientras que los insurgentes intentan llegar al poder para imponer su gobierno.
