El pasado verano de 2018, en respuesta al manifiesto de apología a la figura militar de Franco y justificación del golpe de 1936 que apoyaron 144 altos mandos (casi todos retirados), otro grupo de militares mostró su disconformidad a través de una declaración pública. En ella expresaban su "repulsa más absoluta hacia el dictador".
Entre los firmantes del manifiesto en contra de Franco, promovido por el capitán de navío retirado Arturo Maira, figuraban exmiembros de la Unión Militar Democrática (UMD), generales jubilados y nueve militares en activo: un subteniente, cuatro cabos y cuatro guardias civiles. A todos se les abrieron expedientes informativos que, al menos en un caso, han desembocado en disciplinarios.
Se relaciona el rechazo a Franco con la polémica de su exhumación
Sin embargo, fue un cabo primero de Infantería de Marina, con afiliación a la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), el que añadió una observación personal al respecto: "El silencio también humilla a las víctimas y nos convierte en cómplices de la barbarie y la traición". La instructora del expediente informativo abierto al cabo primero admite que la actuación del militar "sería encuadrable en la libertad de expresión del militar sin merecer reproche alguno".
No obstante, el 'pero' que aporta es el siguiente: "En el momento actual, la figura del general Franco, fundamentalmente a raíz del traslado de sus restos, está generando un amplio y encendido debate político-social, con participación partidista, por lo que, de considerarse tal faceta en el debate abierto, con la adhesión y participación en el manifiesto colectivo con publicidad y uso de medios de comunicación social, se podría estar incumpliendo el deber de neutralidad política que obliga al militar y su imparcialidad de servidor público".
La instructora deja abierta la posibilidad de que la conducta del cabo primero sea falta disciplinaria o no. A pesar de esto, la Armada le ha abierto un expediente disciplinario por falta grave, sancionable con hasta un mes de arresto y pérdida de destino. Como base han empleado el caso Mena, en el que el Tribunal Supremo sentenció al capitán general de Sevilla que en la Pascua Militar de 2006 cargó contra el Estatuto de Cataluña.
El franquismo actualmente no es política
El abogado del expedientado, Mariano Casado, basa su alegato en que no se puede exigir a los militares neutralidad respecto a la figura de Franco. Según el letrado, "criticar a Franco no supone intervenir en el debate político ni tomar partido en favor de unas fuerzas políticas en contra de otras, ya que no existe hoy día en España ningún partido constitucional que pueda defender la figura del dictador". Pues a diferencia de la observación de la instructora del expediente, el manifiesto no menciona la polémica pública: la exhumación de los restos de Franco.
Además, según el jurista, el precedente de Mena no es de recibo pues este amenazó con una intervención militar (golpe de Estado) en Cataluña. El castigo que se le impuso, fue tan solo de ocho días de arresto domiciliario, bastante mayor que el que se pide para el cabo primero. Defensa expedientó también a cinco mandos militares firmantes del manifiesto franquista. No hay noticia de que hayan sido sancionados.