Probablemente, nadie habrá en este mundo que no haya oído hablar de Freddie Mercury, o que haya vibrado con alguna de sus canciones. Farrohk Bulsara, pues así era su verdadero nombre, murió un 24 de noviembre, dejando huérfano de padre al rock.
Mercury murió tras años luchando contra el VIH, una enfermedad que por aquel entonces (y aún a día de hoy) era un gran tabú, por ser considerada una enfermedad únicamente de homosexuales. Y nada más lejos de la realidad: el VIH es una enfermedad de transmisión sexual, que cualquier persona que practique sexo sin protección puede llegar a padecer. Actualmente, gracias a los medicamentos y a lo mucho que la ciencia ha avanzado, probablemente Mercury hubiera sido capaz de vivir muchos más años y deleitarnos con su música y su increíble personalidad.
Y es que si fue famoso por su voz, y por su arte, también lo fue por su forma de ser. Derrochaba talento por todos los poros de su piel, tenía carisma como para llenar todos los conciertos que realizaba, y se entregaba en todas y cada una de sus actuaciones. Pero a sus cuarenta y cinco años y con todo lo que tenía por dar aún, Freddie Mercury falleció.
"No seré una estrella del rock, seré una leyenda"
Veinticuatro horas antes de su muerte, Freddie Mercury dio un comunicado a la prensa a través de Roxy Meade, la que por entonces era agente publicitaria de Queen. Fue entonces cuando admitió públicamente que padecía VIH y que este había degenerado ya a su última fase, el SIDA. Lo hizo así: "Como consecuencia de las conjeturas aparecidas en la prensa durante las dos últimas semanas, es mi deseo confirmar que me he hecho las pruebas de VIH y tengo SIDA. Creo que ha sido conveniente mantener esta información en secreto para proteger la intimidad de mis allegados. Sin embargo, ha llegado el momento de que mis amigos y fans de todo el mundo sepan la verdad, y espero que todos se unan a mis doctores y a aquellos que luchan contra esta terrible enfermedad. Mi intimidad siempre ha sido algo especial para mí, y soy conocido por las pocas entrevistas que concedo. Por favor, comprended que esto continuará siendo así".
No obstante, el cuerpo de Mercury no pudo soportarlo más. Sus defensas estaban tan bajas a causa de la enfermedad que una bronconeumonía acabó finalmente con él. Pero el cantante pudo decir que se fue por la puerta grande y con la cabeza bien alta, sin nada que ocultar. Pese a lo mal vista que estaba esa enfermedad, él quiso hablar de ella; fue de los primeros que lo hizo, y de las primeras personas que pidió que se estudiara, se investigara y se tratara de encontrar una cura.
Una de sus mayores aportaciones al mundo, fuera del panorama musical, fue sin duda hablar con tanta sinceridad de la enfermedad que padecía, al menos al final de la misma. Mercury era una persona que, pese a darlo todo en el escenario y con sus seguidores, se mostraba muy reservado con su intimidad y no le gustaba conceder entrevistas. Pero sacó fuerzas de flaqueza para hablar de un mal que acabó con mucha gente antes de que finalmente pasara a estudiarse.
Mercury es una leyenda del rock, tal y como él declaró que sería. Pero ha sido mucho más que eso con el paso del tiempo. Ha sido el precursor de un estilo musical muy suyo que aún a día de hoy se mantiene activo, y ha creado canciones tan míticas que es imposible que suenen en la radio sin tararearlas (o cantarlas a pleno pulmón, depende de dónde nos encontremos en ese momento).
Como un breve homenaje al que ha sido una de las leyendas de la música occidental, recordamos sus cinco canciones más representativas, esas que, aún hoy, veinticinco años después de la muerte del cantante, son capaces de provocar una ovación en cualquier concierto conmemorativo.
1 'Bohemian Rhapsody'
Sin duda, esta es la canción más famosa del grupo Queen. Ya no solo por la letra, que merece la pena ser analizada detenidamente, sino por cómo Mercury pone voz a unas notas tan increíbles. Fue lanzada en el año 1975, en el disco 'Night at the Opera' y, desde entonces, no ha dejado de sonar.
2 'We are the Champions'
También otra de las canciones más escuchadas de Queen, declarada incluso un himno del rock. Fue publicada en 1977, en el álbum 'News of the World', siendo un éxito mundial prácticamente desde el primer momento.
Seguramente haya quien tenga sensaciones encontradas con esta canción, sobre todo si no le gusta el deporte; y es que desde que salió, se ha usado como himno de las victorias deportivas.
3 Don't Stop Me Now
En 1978, Queen lanzó 'Don't Stop Me Now' como primer sencillo de su álbum 'Jazz'. En poco tiempo se situó la novena en las listas británicas, mientras que en Estados Unidos no consiguió ir más allá de un puesto ochenta y seis.
4 'I Want to Break Free'
El título de esta canción lo dice todo: 'Quiero liberarme'. Queen estrenó esta canción en el año 1984, en su álbum 'The Works', alcanzando el tercer puesto de canciones más escuchadas en Reino Unido. En España, se mantuvo en una nada desmerecida quinta posición, mientras que estuvo en el top uno en Austria, Bélgica, Holanda y Sudáfrica. Esta canción fue famosa también por su videoclip oficial, donde los integrantes del grupo aparecieron caracterizados de mujeres.
Aunque ahora nos parezca increíble, esa caracterización femenina hizo que el videoclip fuera prohibido en la MTV estadounidense.
5 'The Show Must Go On'
Y, cómo no, no podíamos acabar este top 5 sin hablar de la canción que marcó el final de la era de Queen y de Mercury: 'The Show Must Go On', o "el espectáculo debe continuar", en español. Fue lanzada en 1991, justo el mismo año que murió el icónico cantante. Fue escrita por Brian May, como una especie de homenaje a Mercury, que ya sabía que se encontraba en una fase terminal de la enfermedad.
Fue lanzada en octubre de 1991, apenas seis semanas antes de que falleciera la leyenda del rock.