Han pasado 15 años desde los atentados del 11-M y dos tercios de los condenados por la masacre ya están en libertad. El ataque terrorista más grave que ha sufrido España en su historia dejó 191 víctimas mortales y casi 2.000 heridos. A día de hoy, de los 26 condenados, 17 están ya en libertad. Entre los que siguen en prisión, ocho se encuentran en España y el otro en Marruecos.
Estos 26 condenados no fueron los únicos que idearon el ataque o colaboraron en él. Durante los momentos posteriores al atentado, siete islamistas radicales se suicidaron en el piso de Leganés, y otros tres murieron tiempo después en Irak. En un principio, la instrucción judicial dejó 116 investigados, aunque solo 28 se llegaron a sentar en el banquillo de los acusados. Al final, entre la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, las condenas se quedaron en 22. En Marruecos, por su parte, los tribunales condenaron a otras 4 personas. Ahora, dos tercios ya han saldado su deuda con la Justicia.
Según una información de El Confidencial, dos de los ocho presos que aún siguen en cárceles nacionales son españoles: José Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro Castro. El primero es el preso nacional condenado a más años de cárcel de la historia: 34.715 años en total. De todos ellos, la ley solo permite cumplir 40 efectivos. Suárez Trashorras fue condenado por suministrar los explosivos que se usaron en los atentados. Hace unos meses, el preso fue trasladado de cárcel por amenazas a funcionarios y por mantener relaciones con presos yihadistas. Así ha pasado a ser clasificado en primer grado.
Los próximos en salir de prisión
Antonio Toro, por su parte, fue condenado por el Tribunal Supremo a cuatro años de prisión. Anteriormente, la Audiencia Nacional lo había absuelto por considerar que ya había sido condenado por tráfico de explosivos en 2001 en la denominada como Operación Pipol. En 2009, la Audiencia Nacional acordó acumular sus condenas por tráfico de drogas y explosivos y fijó 18 años como límite máximo de cumplimiento, por lo que no saldrá de la cárcel hasta marzo de 2022.
El próximo condenado en salir a la calle es Hassan el Haski. El marroquí sigue preso en España, donde fue condenado a 15 años como dirigente del Grupo Combatiente Islámico Marroquí (GICM). Posteriormente, el Supremo redujo la pena a 14 años porque su papel ejercido como dirigente no le implicaba de manera directa en la ejecución de los atentados. Pero aún así, estaba al corriente de ellos. Está previsto que el preso quede liberado en junio de este año. En ese momento deberá ser extraditado a Marruecos, donde tiene otra condena pendiente.
Del resto de presos en cárceles españolas, dos de ellos tienen cárceles altísismas, pero otros dos está previsto que sean puestos en libertad entre 2022 y 2023. Por tanto, la inmensa mayoría de los implicados en este caso quedarán libres veinte años de la masacre que se cobró 191 vidas en Madrid.