Un hombre ha sido condenado en Alicante a una pena de 15 meses de prisión por un delito de acoso en el ámbito de la violencia de género. La Sección primera de la Audiencia de Alicante ha tenido en cuenta la presión que el acusado realizaba a tenor de los 469 mensajes de WhatsApp que envió a su pareja en tan solo un mes.
La sentencia también le absuelve de los delitos de agresión sexual y de los delitos de amenazas, malos tratos, coacciones, delito leve de injurias y de maltrato habitual en presencia de menores y en el domicilio familiar.
La Ficalía consideraba que había evidencias para esta condena y por ello pidió una pena de prisión de 53 años. Sin embargo, el juez no considera probado la existencia de tales extremos.
Junto con la mecionada pena de prisión, el condenado no podrá acercarse a la víctima ni comunicarse con ella durante tres años. Además, deberá pagar una indemnización de 1.000 euros por el daño moral causado, tal y como reza el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
En el caso de que el hombre no cuente con antecedentes penales, podrá eludir la cárcel al contar con una pena inferior a dos años. Sin embargo, en el caso de que reincida, irá inmediatamente a prisión.
El acusado había mantenido una relación sentimental de doce años con la denunciante. Según considera probado la sentencia, en los textos de los mensajes el hombre le preguntaba a su pareja por el lugar en el que se encontraba o cuándo iba a regresar a casa.
Los mensajes se enviaron entre los meses de noviembre y diciembre de 2015 y en ellos "el condenado ejercía un control incesante en la vida de la perjudicada, alterándola gravemente e impidiendo que se desarrollase con normalidad", según la sentencia.
"Es evidente que tal control continuo por parte del acusado ha alterado gravemente la vida cotidiana de la perjudicada, limitando su libertad de obrar ante la permanente, dilatada, exagerada e injustificada remisión de mensajes, controlando en todo momento la situación y actividad" de la mujer, asegura la sentencia a la que ha tenido acceso EFE.
El acusado ha reconocido el envío de los mensajes que, según el juez, tenían la finalidad de "inmiscuirse en la vida de su pareja causando intranquilidad y desasosiego a límites intolerables". La pareja convivía con tres hijos menores cuya custodia quedará bajo decisión de la Justicia.