Mucho se ha escrito sobre si el cine de terror español es digno de ser presentado como una unidad o, por contra, durante el paso de los años lo único que ha hecho ha sido el imitar las tendencias que venían desde fuera, siendo mayormente influenciado por la producción de género europea.
A día de hoy, es indiscutible el hecho de que el fantaterror, pese a que se trate de una etiqueta un tanto denostada por algunos de los que se autodenominan como parte de la élite de la crítica cinematográfica, fue una corriente tan sugerente como interesante, y que dio fruto a toda una serie de obras que el tiempo ha ido poniendo en su lugar.
En el presente artículo, y como selección personal de quien esto escribe, hacemos un repaso a la ingente producción de terror y fantástico de producción española, para hablar de los que son algunos de los títulos más importantes para el género no solo dentro de nuestras fronteras, sino que por desgracia todavía hay algunos de ellos que siguen estando mejor considerados por los expertos y el público de fuera.
l '¿Quién puede matar a un niño?'
Basada en una novela de Juan José Plans, en 1976 Ibáñez-Serrador dirigía su segundo y último largometraje, con el que no solo volvía a revalidar su título como maestro del horror español, sino que firmaba una de las propuestas más perturbadoras que ha dado el género en su concepto internacional.
Rodada en inglés por aquello de querer encontrar un hueco en el mercado extranjero, '¿Quién puede matar a un niño?' nos presentaba a Tom y Evelyn, un matrimonio inglés de vacaciones por la costa española, los cuales pronto descubrirán lo que se esconde detrás de que en la isla de Almanzora, no haya ni rastro de vida adulta, tan solo de niños que no están contentos con jugar.
Tal y como viene siendo común en esta serie de casos, el film logró alcanzar su estatus de culto antes fuera de España que dentro.
2 'Angustia'
Escrita y dirigida por Bigas Luna, 'Angustia' es otra de aquellas rarezas que, en el momento de su estreno, dejaron en shock a un público que no supo comprender cual era la magnitud de la grandeza que nos estaba queriendo contar su creador.
A modo de historia dentro de otra historia, el director no solo plantea toda una serie de recursos propios del género de terror, sino que viene a dejar claro su amor al celuloide y la capacidad de sugestión que este ejerce sobre las personas, convirtiendo dos historias presentadas en paralelo (la película dentro de la película y la película que él nos cuenta) en una excusa para indagar en el submundo de los psychokillers, las madres castradoras, los mensajes subliminales y la sala de cine como lugar de comunión para el evento cinematográfico.
3 'Los otros'
Recuperando la esencia de lo mejor del género de casas encantadas, en el año 2001 Amenábar hacía que 'Los otros' triunfasen en los Goya y volvían a poner al cine de género español en la palestra, aunque para tuviera que valerse del hecho de haber contado con Nicole Kidman como estrella internacional.
La historia nos llevaba hasta la isla de Jersey en el año 1945. Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, Grace (Kidman) espera impaciente el regreso de su marido. Sola y al cuidado de sus hijos en un inmenso caserón victoriano, con la llegada de los tres nuevos sirvientes pondrá sobre la mesa las estrictas normas de la casa: la luz no puede tocar a sus hijos, quienes sufren fotosensibilidad, por lo que todas las habitaciones deben parmanecer siempre a oscuras y ninguna puerta puede abrirse sin haberse cerrado antes la anterior.
Hubo quienes la compararon con 'El sexto sentido', pero en su defensa Amenábar aseguro que el guion de 'Los otros' ya estaba escrito cuando aquella llegó a los cines.
4 'Verónica'
Podríamos utilizar 'Verónica' para definir a la perfección lo que vendría a significar aquello de "terror español". Con una acción que nos lleva hasta el Madrid de los años noventa, el film de Paco Plaza sirve como ejemplo de cómo hacer bien la enésima película de posesiones.
Basada en el único caso paranormal documentado por la policía española en un informe oficial, la historia nos cuenta cómo la joven cuyo nombre da título al film (la debutante Sandra Escacena), vivirá cual especie de coming-of-age extrasensorial un contacto con el más allá después de una sesión de ouija. Con Héroes del Silencio como banda sonora y las mejores interpretaciones infantiles y juveniles que hemos visto en años en nuestro país (impagable Iván Chavero como Antoñito).
5 'El día de la bestia'
Dos años después de debutar con 'Acción mutante', Álex de la Iglesia estrenaba su segundo largometraje, toda una rareza de su época que acabó adquiriendo una legión de seguidores en todo el mundo que lo encumbraron como film de culto.
'El día de la bestia' nos llevaba hasta Madrid en las horas previas al día de Navidad de 1995. Con la Gran Vía como uno de los espacios elementales de la película, la historia nos presentaba a José María (Álex Angulo), un sacerdote dispuesto a hacer todo para evitar la llegada del Anticristo. Para ello, formará un pintoresco equipo junto al profesor Caravan (Armando de Razza), experto en casos paranormales y presentador de un programa de corte esotérico, y Jose Mari (Santiago Segura), un joven drogadicto aficionado al death metal.
6 'Tras el cristal'
Puede que el público de 1986 no estuviese preparado para lo que Villaronga proponía en 'Tras el cristal', film que él mismo escribía y que venía a reflejar en pantalla dos horrores de proporciones magnánimas.
El primero, el fantasma del nazismo una vez terminada la Segunda Guerra Mundial. El segundo, el abuso de menores perpetrado por un doctor que estuvo al servicio de un campo de concentración. Este, de nombre Klaus e interpretado por Günter Meisner, intentará redimirse de sus pecados suicidándose, pero a modo de castigo divino deberá seguir con vida conectado a un pulmón de acero. La llegada de un extraño joven que se ofrece para cuidarlo desatará toda una serie sensaciones y pulsiones incontroladas sobre las que sobrevuela el ansia de venganza.
7 'La residencia'
Estrenada en 1969 y con mucho más éxito y reconocimiento fuera de España que dentro, la que sería la primera película de Ibáñez-Serrador viene enmarcada dentro de lo que puede catalogarse como protoslasher.
Con varios de los elementos propios del giallo y presentando a Lili Palmer cuando ejemplo idóneo de madre castradora, 'La residencia' destacó a partes iguales por la forma en la que deambulaba entre el terror y el thriller , así como por el hecho de crear un relato moderno e innovador para la época. Tanto, que hasta el día de hoy sigue siendo único en su especie.
8 'El espinazo del Diablo'
Co-producida entre España y México, no sabemos si la tercera película de Guillermo del Toro como director refleja aquel falso cliché de que en España solo se hacen películas sobre la Guerra Civil.
En ella, nos íbamos hasta el año 1939, donde después de que haya terminado el conflicto, un niño llega hasta un orfanato que acoge niños de padres republicanos. Será entonces cuando el fantasma de un niño que habita el lugar haga acto de presencia.
9 '[REC]'
Por lo que al género de terror se refiere, pocos títulos han terminado siendo tan influyentes a nivel general como en el caso de '[REC]'.
Apostando por un formato de cinema verité que le otorgó el estatus de título revolucionario si tenemos en cuenta la historia del propio cine de género nacional, esta vuelta de tuerca al cine de infectados (poseídos, según venía a contar la secuela a modo de giro de guion), gustó tanto dentro como fuera de España, y para muestra está el anodino remake yankee hecho poco después de este y que no lograba convertir a Jennifer Carpenter en la copia que se intentaba hacer de nuestra Manuela Velasco, quien con su Ángela Vidal y aquello del "grábalo todo, por tu puta madre", se convirtió en historia de España (o de Barcelona, según se mire).
10 'El orfanato'
No serán pocos los que vean 'El orfanato' cual título que bebe directamente de lo que Amenábar ya había presentado en 'Los otros'. La casa como ente clave para la trama, la figura de la madre como heroína dispuesta todo por la recuperación de su hijo, o las apariciones fantasmales al más puro estilo del Henry James de 'Otra vuelta de tuerca'.
Sin embargo, el film con el que Bayona se presentaba al mundo no solo sirvió para reventar taquillas y darle una nueva vida a Belén Rueda como estrella del terror patrio, sino que supo conjugar a la perfección el melodrama y el horror en la línea de los clásicos del género. Por si fuera poco, convirtió al espectro de la cinta en lo que ya es icono del cine de género internacional.