Como viene siendo costumbre en la recta final de diciembre, las redes sociales, portales de Internet y publicaciones se llenan con las listas de lo más destacado del año. Películas, series, canciones, libros y demás cosas recomendables pasan a ser una forma de compartir gustos y preferencias que, seamos sinceros, a muchos nos sirven para tomar nota de lo que se nos puede haber pasado por alto a lo largo de doce meses.
Evidentemente, y por aquello de dejar en preaviso a algunos despistados, desde Los Replicantes volvemos con la lista de las diez peores películas del año, en una selección que no intenta sentar cátedra pero en la que están presentes varias de las decepciones (y alguna que otra tomadura de pelo) entre las que conviven desde blockbusters sin alma a comedias con poca gracia.
1 'Cats'
La crítica no ha tenido compasión con 'Cats' y lo cierto es que no es para menos. Desde que el tráiler de la película viera la luz el pasado julio en la ComicCon se podía oler que la cinta iba a tener un recorrido difícil. Dirigida por Tom Hooper, que ya se había sumergido en el género musical con 'Los miserables', adapta a la gran pantalla la obra teatral de de Andrew Lloyd Webber de 1981. Pero ha acabado siendo un verdadero despropósito.
El principal problema de 'Cats' es su afán por dotarla de un hiperrealismo digital que acaba resultando tan tétrico como siniestro. La naturaleza híbrida entre lo humano y lo gatuno que sobre las tablas resultaba adorable, esta vez roza lo perturbador. Las pesadillas viendo a Judi Dench, Ian McKellen, Taylor Swift, Idris Elba o Jennifer Hudson (que no convence con el tema más famoso del musical, 'Memory'), están aseguradas.
La recreación del universo de 'Cats' acaba siendo un desencaje continuo. Hooper no pretendía reproducir un Londres realista sino dotarlo de una idiosincrasia propia. Tan propia que la escala acaba siendo una locura con llamativas desproporciones entre el tamaño de los gatos interpretados por humanos y los decorados que, de tan inversímil, acentua más todavía la sensación de desbarajuste. Ante el tsunami de críticas y burlas surgidas desde su estreno, sus responsables han anunciado que la copia en circulación se sustituirá por una nueva, con los efectos digitales mejorados y algún cambio de montaje.
2 'La perfección'
Dirigida por Richard Shepard, hicieron falta tres guionistas para escribir 'La perfección', proceso de creación que podría haber surgido tras una ingesta de estupefacientes, el motivo creer al trío de escritores que acababan de revolucionar el thriller psicológico.
Protagonizada por Allison Williams y Logan Browning, su premisa comenzaba enganchando al presentar a sus dos protagonistas en lo que parecerá encaminado a una suerte de émula de 'Cisne negro', donde cambiábamos el ballet por el exigente mundo de dos violonchelistas por querer ser la mejor en trabajo. Hasta que la cosa cambia y los derroteros a seguir parece que se aventurarán en el terror surrealista. O el torture porn. O en una película de orígenes sobre la paciente cero de una pandemia. Y ahí viene el primer giro de guion a modo de rebobinado.
A partir de entonces, 'La perfección' muta de forma involuntaria en un spoof movie sobre todos esos elementos citados, y si le añadimos su intento por parecer realista y el poco tacto que tiene al desvelar su última sorpresa (en general, todas ellas no son más que un montón de WTF dignos del mejor exploit setentero), la paciencia acaba perdiéndose por completo. Porque ni Shepard es Pascal Laugier ni su película puede tomarse en serio.
3 'X-Men: Fénix Oscura'
Para un servidor, incluir una película sobre los X-Men en un listado de lo peor del año, es algo que duele mucho, pues siendo conocedor de las carencias y fallos en algunos de sus títulos anteriores, acabar así con el legado iniciado en el año 2000 es una muestra de la total desgana con la que se ha hecho 'X-Men: Fénix Oscura'.
El guionista Simon Kinberg debuta como director con el cierre definitivo de la saga de Fox, la cual había remontado en 2011 con 'X-Men: Primera generación' y que en teoría iba a saldar cuentas con el arco argumental de Fénix Oscura, uno de los más famosos del universo de los mutantes de Marvel y que ya adaptó (mal) Brett Ratner en 2006 con 'X-Men: La decisión final'. Los intentos por crear situaciones épicas se quedarán a medias, sus intérpretes parecen estar desganados y solo presentes por contrato, y Jessica Chastian dará vida al villano más random e interesante de la saga. Todo está tan mal, que ojalá fuese fruto de una una venganza orquestada por el propio Kinberg, guionista de la anterior adaptación de Fénix Oscura que tras haberse cansado de oír que aquella fue horrible, toma el poder trece años después para enseñarnos como es en realidad una mala película .
4 'After. Aquí empieza todo'
Basada en la novela de Anna Todd, y destinada a ese tipo de público que se emociona con romances adolescentes prohibidos e intentos de historias picantes en la línea de 'Cincuenta sombras de Grey', hicieron falta hasta cuatro guionistas (y ya sabemos qué es lo que suele pasar en estas ocasiones) para escribir 'After. Aquí empieza todo', labor en la que también estuvo implicada Jenny Gage, su directora.
Puede que, por su título, algunos esperasen algo sobre el mundo de los afterhours y la fauna congregada en ellos (hubiese sido mucho más interesante que esto), encontrándose con un coming of age sobre el descubrimiento del sexo apasionado (y absolutamente mojigato) entre una joven y dulce universitaria y un misterioso joven (nunca se había hecho algo así). Destinados a odiarse (muy novedoso, también), acabarán teniendo una relación pasada de intensita que servirá como perfecto somnífero.
5 'Men in Black International'
Después de haber dirigido las trilogía 'Men in Black', Barry Sonnenfeld figuraba únicamente como productor ejecutivo en 'Men in Black International', nuevo intento de Hollywood por reventar taquillas (en parte lo consiguió, recaudando más de 253 millones y habiendo costado poco más de 100) y que se aprovechó de la fiebre nostálgica y se sumaba al carro de los reboots.
Para dirigirla, se escogería a F. Gary Gray, director con títulos más que decentes en su filmografía ('Negociador', 'Un ciudadano ejemplar', 'Straight Outta Compton') y quien venía de firmar 'Fast & Furious 8', el éxito por el que se confiaba en dejar en sus manos el regreso del universo de los cómics de Lowell Cunningham a la pantalla, esta vez sin Will Smith y Tommy Lee Jones y para presentarnos a un nuevo tándem de Hombres de Negro, formado por Chris Hemsworth y Tessa Thompson, cuya química adquirida en el Universo Cinematográfico Marvel se desvanecía al enfrentarse a una amenaza alienígena que hubiese sido mejor que no hubiese ocurrido nunca.
6 'Navidad sangrienta'
Antes de que el slasher existiese como tal, en 1974 Bob Clark empezó a definirlo con 'Navidades negras', clásico de culto sobre un perturbado que empezará a acosar vía telefónica a las universitarias de una hermandad durante las vacaciones navideñas. 45 años después de su estreno, es fascinante ver cómo aquella producción canadiense presentaba unos personajes femeninos con entidad propia, totalmente alejados del cliché de mujer objeto que ha ido ligado al terror durante décadas, siendo una rareza adelantada a su tiempo.
Fue curioso recibir por parte de Blumhouse la noticia que se había empezado a trabajar en una nueva versión (la segunda, pues en 2006 ya llegó un remake, 'Negra Navidad') feminista de aquella, la cual estaría dirigida por Sophia Takal, también autora del guion junto a April Wolfe. La sorpresa, más allá de presentar un slasher sin sangre, fue la poca naturalidad que respiraban los diálogos, pues ni siquiera enlazarla con el #MeToo (la única decisión loable de la peli) para darle un nuevo enfoque a la historia, servía como excusa para colarnos conversaciones sobre copas menstruales y el Satisfyer. Por si fuera poco, y suponiendo que estábamos ante un alegato feminista a favor de cambiar la representación femenina en el terror, sus personajes secundarias acabarían siendo igual (o más) estúpidas que las que poliferaron en los slashers de los ochenta.
7 'Timadoras compulsivas'
Tras haber dirigido algunos episodios de 'Veep', Chris Addison debutaba en el largometraje con 'Timadoras compulsivas', producción de la MGM que servía como remake de 'Un par de seductores', dirigida por Frank Oz y protagonizada por Michael Caine y Steve Martin, la cual ya era el remake de 'Dos seductores' de Ralph Levy, con Marlon Brando y David Niven como los estafadores que utilizaban sus armas de seducción para timar a mujeres ricas.
Para esta tercera versión, cambiamos el sexo a sus protagonistas para que sean Anne Hathaway y Rebel Wilson las encargadas de unir fuerzas a la hora de optar por una vida de engaños, con la intención de aportar su granito de arena a la screwball comedy, donde la maravillosa Wilson campa a sus anchas y cuyo visionado contentará a sus fieles seguidores, pues todo lo demás resulta tan anodino que hará que te olvides de ella tras su visionado.
8 'Terminator: Destino oscuro'
Por si no habíamos tenido suficiente en 2015 con 'Terminator: Génesis', una nueva línea temporal en el universo creado por James Cameron allá por los ochenta, se presentaba ante nosotros en lo que iba a ser el esperado reencuentro en pantalla entre Linda Hamilton y Arnold Schwarzzeneger.
Con el hype que podría crear tal encuentro, el hecho de tener a Tim Miller (responsable de 'Deadpool') como director convertía el proyecto en algo que podría estar bien. Viendo el desastre que fue, quedaba claro que lo único en lo que pensaron los responsables de 'Terminator: Destino oscuro', fue marcarse un tanto dentro de la actual oleada de la explotación de la nostalgia, interesados en la hazaña de reunir a Sarah Connor y el T-800 (o Carl) sin importar lo demás. Ni siquiera el guion. Para rematar, y pese a contar con 185 millones de dólares de presupuesto, su CGI ya estaba obsoleto después del primer pase de prensa de la película.
9 'A pesar de todo'
De la mano de Bambú Producciones y estrenada en Netflix, 'A pesar de todo' fue la primera película española de la guionista y directora argentina Gabriela Tagliavini, quien a pesar de tener ya cierta experiencia tras las cámaras (este es su sexto largometraje), deja clara la falta de personalidad a la hora de construir una comedia que, pese a estar plagada de un montón de estrellas del panorama español, parecía servir únicamente como mero trámite para cobrar el cheque.
Su premisa partía de la muerte de Carmen (Marisa Paredes), la cual volvía a reunir a cuatro hermanas (Macarena García, Belén Cuesta, Blanca Suárez y Amaia Salamanca) con vidas totalmente opuestas. Ahí es donde nacen algunos de los momentos más irregulares de la película, pues los tópicos más trillados eran los que utilizaron los cuatro guionistas para dar vida a sus personajes (lo de Salamanca como artista bohemia lesbiana es de juzgado de guardia), los cuales se reencontrarán para descubrir sus verdaderos orígenes a lo largo de varias situaciones poco graciosas (porque esto era una comedia), donde las actrices intentarán defender sus personajes como buenamente puedan y donde (al menos) pudimos disfrutar de Rossy de Palma en estado puro.
10 'La influencia'
La literatura de Ramsey Campbell inspiró películas tan interesantes como 'Los sin nombre' y 'El segundo nombre', por eso había ciertas expectativas puestas en 'La influencia', tercera adaptación española que auguraba un regreso al horror gótico.
El resultado fue una concatenación de espacios comunes del terror, donde el enésimo intento por imitar el estilo de James Wan a la hora de crear set pieces con las que asustar, se vio denostado por culpa de un sonido ensordecedor (y una partitura musical repetitiva y demasiado monótona) con la intención de sobresaltar al público. Pese a eso, hay que agradecerle el hecho de que contasen con Emma Suárezen un rol radicalmente diferente a lo que habíamos visto hasta entonces: el de Victoria, una auténtica bruja en estado de coma que, como dominante matriarca, seguirá infundiendo absoluto terror en sus dos hijas.
Un claro ejemplo de cómo una historia con mucho potencial, puede acabar haciendo aguas por culpa de un guion poco trabajado y un exceso de insertos atronadores en la sala de montaje.
11 'Extremadamente cruel, malvado y perverso'
Los biopics sobre asesinos en serie siempre han despertado cierta fascinación, y a menudo han estado encajonados en dos tipos diferentes de producciones: las que se mueven entre la serie B y el psychothriller bajo lo que comprendemos como cine de terror, y las que de alguna forma menos posicionadas dentro de un género han caminado entre el drama y el thriller psicológico. 'Extremadamente cruel, malvado y perverso' jugaría más en esta segunda categoría, y el hecho de haber contado con Zac Efron como el escogido para dar vida a Ted Bundy, la convirtió en una película a la que seguir la pista.
Basada en la novela escrita por Elizabeth Kendall, novia del legendario asesino, las vivencias de esta se plasmarán en pantalla gracias a Lily Collins, de lo poco salvable en la propuesta de Joe Berlinger, quien no daba con el tono adecuado para un título donde Efron se entregó en cuerpo y alma. Sin embargo, la ambigüedad con la que se dibujaba al personaje lo despojó totalmente de su naturaleza monstruosa, abrazando el drama judicial y dejando claro que lo de "Cruel, malvado y perverso" era algo que el público debía imaginar, pues los que buscasen algo escabroso acabarían totalmente decepcionados por el tufo a feel good movie que destila la película.