París, Londres, Nueva York... nos pasamos la vida soñando con escapadas a destinos de película, sin darnos cuenta que algunos de los lugares más bonitos se encuentran dentro de nuestro país. Lugares con encanto que solo unos pocos afortunados conocen. Somos conscientes de que hay cientos de ellos, así que mientras los vamos descubriendo, te dejamos una lista con 10 rincones sorprendentes.
1 La ruta de los Lagos de Saliencia y el Lago de la Cueva (Parque Natural de Somiedo, Asturias)
El Parque Natural de Somiedo, en Asturias, es uno de los más conocidos de la geografía española, pero no todo el mundo tiene la suerte de haber descubierto uno de sus rincones más bonitos: el Lago de la Cueva. No se puede acceder a él en coche, pero solo se encuentra a diez minutos del lugar más cercano donde aparcar, el Alto de la Farrapona. Una vez se llega al lago, se puede continuar la ruta donde se podrán ver el Lago Negro o el Lago Cerveriz entre otros. Esta ruta es conocida como la de los Lagos de Saliencia.
2 La cascada secreta de La Garrotxa (Girona)
El Gorg del Moli dels Murris es una maravilla. Se encuentra en Les Planes d'Hostoles, un pequeño pueblo de la Baja Garrotxa, en Girona. A pesar de ser una zona volcánica, el agua es cristalina, fría, pura. Un lugar donde darse un chapuzón de película.
3 Masca, el Machu Picchu español (Tenerife)
El lugar donde pasar de las nubes al mar en un segundo: las montañas de Masca, en Tenerife. Acantilados, riscos y vegetación. Sobre la montaña se alza Masca, un pequeño pueblo con historia pirata que hace las delicias de los senderistas, donde da comienzo el inicio de una ruta hasta la playa.
4 Una mina de oro al aire libre, Las Médulas (León)
Los esclavos del imperio romano abrieron las montañas de El Bierzo para extraer oro. Fue una obra de ingeniería cubierta en parte por castaños y robles. El histórico paisaje de Las Médulas, con un característico color rojizo, se encuentra en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 1997, y es Monumento Natural desde el 2002.
5 Lanuza, ¿uno de los pueblos más bonitos del Pirineo aragonés? (Huesca)
Cerca de Formigal, a orillas de un embalse, rehabilitado por los vecinos de la zona, en pleno Pirineo aragonés, se encuentra Lanuza. Puede ser uno de los pueblos más bonitos, pero no se puede afirmar, pues Aínsa o Alquézar entre otros, pelearían por esa calificación. Pero Lanuza va más allá, es la historia de sus vecinos la que le da ese toque especial: iba a ser un pueblo hundido, pero los vecinos no se resignaron, lucharon y rehabilitaron la localidad en los años 90.
6 Orbaneja del Castillo, el pueblo que 'se escucha' (Burgos)
En medio del Cañón del Ebro se eleva Orbaneja del Castillo, un pueblo con encanto no solamente por su arquitectura, sino también por su naturaleza y por su sonido, que es especial. Un arroyo cruza el pueblo a través de las casas, bajo sus suelos, rozando sus fachadas. Termina en una cascada de cuento, con un burbujeo hipnótico.
7 Las montañas de Anaga (Tenerife)
La bruma atlántica ha creado un ecosistema que solo puede verse en Anaga, Azores y Madeira. Son unas montañas mágicas y únicas, que parecen sacadas de un relato de fantasía. Su ambiente es especial, hacen de las montañas un lugar especial.
8 Urederra, un paraíso turquesa (Navarra)
Urederra es el paraíso turquesa de Navarra. Este rincón es el nacimiento del río Urederra, en pleno Parque Natural de Urbasa y Andía. El río se apacigua en un anfiteatro natural tras abrirse paso en el macizo de Urbasa. Un recorrido de 19 kilómetros hasta que mezcla sus aguas con las del río Esga. Un lugar de ensueño.
9 Un paseo por las nubes, el Parque Natural de las Peñas del Aia (Guipúzcoa)
El Parque Natural de las Peñas del Aia (Aiako Harriak) es el lugar donde puedes contemplar las nubes bajo tus pies. De entre las nubes emergen tres picos, Irumugarrieta (806m), Txurrumuru (821m) y Erroilbide (837m). el milagro sucede por la cercanía con el mar. A 10 km, la bruma que penetra tierra adentro se convierte con frecuencia en un mar de nubes. El entorno, de 6.913 hectáreas, se encuentra protegido desde 1995.
10 Un capricho de la naturaleza, la playa de Sakoneta (Guipúzcoa)
La playa de Sakoneta es un capricho de la naturaleza. Forma parte del Geoparque de la Costa Vasca. Han sido las olas las que han diseñado este espectacular paisaje. Un lugar donde la rasa mareal es más extensa que en ningún otro lugar. Sin duda visitarla cuando la marea esté baja es una experiencia increíble.