Los años en televisión, como los escolares, empiezan en septiembre. Los estrenos de los proyectos más ambiciosos y esperados, la vuelta de las series más vistas y las nuevas ediciones de los programas más "revienta-audiencias". Un año entero por delante para disfrutar de los mejores momentazos que nos brinda nuestra televisión. Eso es afrontar septiembre con optimismo, claro que sí. Así estábamos también hace un año, pero en 365 días pueden pasar millones de cosas. Y no todas buenas. Sí, esto es un repaso a los momentos más "ay dios mío, pero qué coño es esto que acaba de pasar" de la temporada 2014/2015.
1 Doble Resines en 'Aquí paz y después gloria'
"En la nueva serie de Telecinco Antonio Resines hará de dos gemelos". Bueno, esto ya nos hacía intuir que no iba a ser la 'Louie' patria, la verdad. "Hay un gemelo bueno, que es cura, y un gemelo malo, que es un canallita estafador". Irresistible, cuéntame más. "Los efectazos especiales harán que lo flipes fuerte con los dos Resines y te olvides de que un día existió la Cheers española". Lo primero pasó cuando en el primer capítulo de 'Aquí paz y después gloria", los gemelos intrépidos tienen un accidente cuando intentan escapar del gallego de las manos grandes de El club del chiste, y mientras el Resines malo está de pie, nos quieren colar a otro señor tumbado boca abajo como si fuese el Resines bueno con, como era de esperar, desastrosos resultados. Lo segundo, por desgracia, no ocurrirá nunca.
2 Leticia Sabater en el Deluxe hablando de su himen
No sé si voy a ser capaz de elegir un solo momento de aquel viernes maravilloso en el que Leticia fue al programa de Telecinco a ayudar con sus conocimientos y experiencias a todas las mujeres que tienen que vivir con el problema de tener una vagina pequeña. Habló de tamaños, de reconstrucciones, de segundas virginidades, de "agujeritos así de pequeños (explicación gestual incluida)" y retó a Kiko Matamoros a meter la mano en ese lugar inhóspito para que se creyese todo lo que estaba contando. Y después de todo eso, preguntó si a esas horas (recordemos, un viernes a la 1 de la mañana) podía decir la palabra "pene" en televisión. Brava, Leticia.
3 La final de Supervivientes
Tras una gala corta, de aproximadamente treinta y cinco horas y media, Jorge Javier se dispone a dar el nombre del ganador de la última edición de 'Supervivientes'. Los candidatos, Nacho Vidal, nominado una decena de veces y salvado por la audiencia en todas ellas, y Christopher Mateo, el artista de la familia que no ha destacado en todo el concurso salvo por su affaire de mentira con Isabel II. En un giro de guión, Christopher se proclama ganador y los espectadores en su casa esperan ver su reacción, la de Nacho, la del resto de concursantes, al anterior vencedor, Abraham de 'Gandía Shore', cediéndole su puesto, que el chico dijese unas palabras con ese don de la dialéctica que le ha dado su madre María Luisa, pero no. No ocurrió. Los créditos pasaban a toda velocidad nada más oír el nombre de Mateo y casi no hubo tiempo para que le diesen el premio. Para preguntar a Chabelita sobre su vida sí, pero para hacer una final digna ya no. Lástima.
4 Todo 'Alfombra Roja Palace'
Ya no el momento, sino el programa más WTF del año, del lustro y probablemente de lo que llevamos de milenio. Un 'Noche de fiesta' supuestamente "renovado", haciendo explotar el termómetro de la vergüenza ajena con sus matrimoniadas, sus actuaciones rancias, su intento desesperado por parecer modernos sin éxito y su marca Moreno en cada segundo del programa. Insoportable. Hasta nunqui, Alfombra Roja Palace.
5 Ares llorando en 'GH VIP'
Sí, para mí ha sido lo más vergonzoso de toda la edición. Ni las "cocretas" de Belén Esteban, ni Kiko Rivera en el sofá las 24 horas del día, ni Fede siendo una garrapata aferrándose a la popularidad de Ylenia. No. Todo eso ya nos lo esperábamos. Lo que nos pilló por sorpresa fue la sobreactuación máxima de Ares Teixidó, llorando exageradamente cuando se quedó ella en la casa en lugar de Víctor Sandoval y pidiéndole perdón a Belén por ello en un ratito en el que tuvo a bien sacar la lengua del culo de la ganadora de 'GH VIP'.
6 Portugal nos da sólo tres puntos en Eurovisión
DRA-MA-NA-CIO-NAL. Y punto.
7 El drama de Sandro en la final de 'QQCCMH'
Todo parecía precioso. Había llegado el momento de la final de la cuarta edición de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?' y Sandro estaba nervioso como una colegiala americana esperando en las escaleras de su chalet a que el chico guapo del instituto vaya a buscarla para llevarla al baile de primavera. Vicente entra radiante seguido de unos mariachis, que todos sabemos que en 2015 es lo que más romanticismo le da a la situación. La emoción inunda la sala, hasta que de repente...BOOM, Vicente confiesa que se lió con Ra durante el programa y aquello se convierte en una telenovela loquísima con lagrimones y declaraciones de amor muy fuertes. Y mientras, nosotros en casa pensando qué hacer con toda esa vergüenza ajena.
8 La iluminación de 'Alatriste'
La adaptación de la novela de Arturo Pérez-Reverte a la televisión era un poco como una discoteca anunciando el cierre a las seis de la mañana: había más luz de la necesaria y enseñaba más de lo que debía. Mal.
9 El final de 'Bajo sospecha'
Lo perdono un poco porque el resto de la serie fue estupenda, cada capítulo nos dejaba con toda la intriga del mundo y durante siete capítulos estuvimos pendientes de los enredos de la familia Vega. Pero llegó el octavo y nos creó más preguntas que en todos los anteriores: ¿qué tipo de fuerza sobrehumana tenía Pablito? ¿De qué material estaba hecha esa linterna? Y la eterna pregunta: ¿por qué Blanca Romero? ¿POR QUÉ?
10 Las preguntas locas de los Polideluxe
"Víctor Sandoval, ¿crees que tu perro es el único ser vivo que te quiere de verdad?"; "Chica random que por razones que desconocemos te has tirado a Paquirrín para venir a contarlo luego a la tele, ¿se tiró Kiko Rivera un pedo en tu presencia?; Nacho Vidal, te hemos traído al programa para que rajes muchísimo de todos tus compañeros, así que cuéntanos: ¿la mierda que flotaba en el mar era de Chabelita?". ¿No os imagináis a Conchita llegando a su casa cada viernes, abatida, mirando su diploma de poligrafista con lágrimas en los ojos? Porque yo sí.