El poeta y narrador español Gustavo Adolfo Bécquer es todo un emblema de la cultura española del siglo XIX. El escritor sevillano, un abanderado del posromanticismo, moriría a la temprana edad de los 34 años pero dejaría un legado difícil de igualar.
Con influencias de Rubén Darío y Antonio Machado, su obra está caracterizada por una temática intimista y una sencillez expresiva que le ayudó a alejarse de la retórica romanticista de movimientos anteriores. La conmovida voz de sus versos y su belleza literaria lo convierten en uno de los poetas con mayor renombre del parnaso español. A continuación recordaremos algunos de sus mejores versos.
1 Rima I
Este es la primera rima del poemario de Bécquer. Lo utiliza como una introducción temática para el resto de la obra que la precede. El significado de la poesía y la manera en la que poder expresar los sentimientos a través de ella son temas que pueden atormentar a un poeta, pero las cosas se facilitan si tu amor es correspondido.
Yo sé de un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginas son de ese himno
carencias que el aire dilata en las sombras.
Yo quisiera escribirlo, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano es escuchar; que no hay cifra
capaz de encerrarlo, y apenas ¡oh, hermosa!
Si, teniendo en mis manos las tuyas,
pudiera, al oído, contártelo a solas.
2 Rima XVII
En este breve verso, su intención es expresar la felicidad que siente a causa de la mirada que recibe de su amada. Introduce elementos de la Naturaleza y bíblicos, intentado compararlo con la grandeza de su amor.
Hoy la tierra y los cielos me sonríen;
hoy llega al fondo de mi alma el sol;
hoy la he visto...; la he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!
3 Rima XX
¿Serán cuatro versos suficientes para describir a la mujer que posee tu amor? Para Bécquer si. Desde sus labios hasta su alma, con la que puede conectar a través de la mirada.
Sabe, si alguna vez tus labios rojos
quema invisible atmósfera abrasada,
que el alma que hablar puede con los ojos
también puede besar con la mirada.
4 Rima XXIII
Uno de los poemas más famosos de la temática romántica del autor. A través de un lenguaje sencillo cuenta que sería capaz de cualquier cosa por un beso de su amada.
Por una mirada, un mundo;
Por una sonrisa, un cielo;
por un beso... ¡yo no sé
qué te diera por un beso!
5 Rima XXXVIII
Una de las rimas más conocidas de Bécquer está protagonizada por el desamor. Comparándolo con el desvanecimiento de los suspiros y de las lágrimas, intenta averiguar a donde va su amor, ya perdido y desvanecido.
Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer: cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?
6 Rima LX
Expresa la desdicha que siente y compara su vida con un erial (un campo esteril), donde nada prospera. Pero, a pesar de saberlo, siempre hay algo o alguien que le trae constantemente el mal.
Mi vida es un erial:
flor que toco se deshoja;
que en mi camino fatal,
alguien va sembrando el mal
para que yo lo recoja.
7 Rima XXI
Es una de las rimas más breves que escribió, pero puede que una de las que más significado posee. En ella, compara al medio a través del cual expresa todo su mundo interior (la poesía) con su tan mencionada amada.
¿Qué es poesía?- dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul-.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.
8 Rima LXIX
Una reflexión acerca del tiempo que gastamos en la búsqueda del amor y de la felicidad, mientras se esfuma a la velocidad de un rayo.
Al brillar un relámpago nacemos
y aun dura su fulgor cuando morimos:
¡tan corto es vivir!
La gloria y el amor tras que corremos
sombras de un sueño son que perseguimos:
¡despertar es morir!
9 Rima XLIX
Un reencuentro entre dos amantes sirve en este poema como pretexto para explicar como se enmascara la realidad a través de una falsa sonrisa. El uso del rostro como máscara para el alma.
Alguna vez la encuentro por el mundo
y pasa junto a mí;
y pasa sonriéndose, y yo digo:
¿Cómo puede reír?
Luego asoma a mi labio otra sonrisa
máscara del dolor,
y entonces pienso: -¡Acaso ella se ríe
como me río yo!
10 Rima LXXVII
En esta rima intenta explicar el funcionamiento del corazón y su manera de expresar los sentimientos. El ritmo de esa 'máquina' determina la intensidad de los mismos.
Dices que tienes corazón, y sólo
lo dices porque sientes sus latidos.
Eso no es corazón...; es una máquina,
que, al compás que se mueve, hace ruido.