¿Aún se te escapa un suspiro de pena cada vez que piensas en Don Draper? ¿Tienes el final de Lost como un tema tabú en tu vida y del cual no quieres hablar nunca? ¿Aún no superaste la venta del Zurbarán y la muerte de Fer? No te preocupes, aquí te traemos una lista de cosas que puedes hacer cuando se acaba tu serie favorita.
1 Llorar
Mira, sí. Llora. Desahógate. Pero no sólo con el capítulo final, ese tan bonito en el que todos son felices y hay bodas, o no son felices y hay bodas, o se quedan regular y hay bodas. Tú llora cuando te apetezca, cuando te lo pida el cuerpo. Si te pilla en la soledad de tu habitación, bien. Si te pilla en la celebración de las bodas de oro de unos tíos lejanos que ni conoces pero que de repente han decidido invitar a toda la familia, pues aprovecha tu coartada y aunque estés pensando en la boda de Paz y Luisma, tú emociónate como si te fuese la vida en ello. El caso es llorar por una boda, ¿no? Pues ya está.
2 Recordar lo que sufriste cuando acabaron otras series y llorar más
"Dios mío, acaba Mad Men y no sé cómo voy a vivir después de esto. No quiero volver a pasar lo mismo que cuando acabó Compañeros". Esto ha pasado en miles de hogares españoles. Es duro, pero hay que pasar página. De verdad, se puede.
3 Juntarte con otros fans tristes a llorar en compañía
La pena compartida es menos pena. O lo que te ha dicho siempre tu abuela: mal de muchos, consuelo de tontos. Lo que antes compartías en los foros, ahora lo haces en las redes sociales. En su momento entraste a twitter sabiendo que nadie iba a entender tu drama de la madre de los hijos de Ted mejor que @Rafi_Stinson, o @SraMosby, o @Schertbasky88. Ese gif de Robin llorando y bebiendo debajo de una mesa fue la representación más fiel de vuestro estado de ánimo, y ver que estabais todos igual os hacía sentir mejor. Es el poder de los gifs. Vivan los gifs. Siempre.
4 Pedir un abrazo
Así, aleatoriamente. No puedes ponerte exquisito porque, a ver, si acabas de terminar The Office, sólo quieres que te abrace Michael Scott, pero piensa que la agenda de Steve Carell está apretadilla y va a ser complicado, y es mejor no hacerse ilusiones. Vete a casa de tu madre y pídele un abrazo, que seguro que con la tontería para que te animes, te hace un cocido, o una paella, o cualquier cosa que te va a saber a gloria porque es comida materna, y mira, eso que te llevas.
5 Volver a verla
2004 sigue presente en nuestras vidas por dos cosas: están volviendo peligrosamente los pantalones de campana y los collares trenzados y el recuerdo de los protas de Friends dejando sus llaves en la encimera de la cocina del piso de Mónica no se va a ir nunca de tu cabeza. ¿Qué te impide volver a verte diez temporaditas de nada? ¿Trabajar? JAJAJA, venga, por favor, no me hagas reír. Vete a sellar el paro y ale, a volver a ver a Rachel entrando en el Central Perk vestida de novia.
6 Ver capítulos sueltos
Si tu serie favorita es Dos hombres y medio, aparte de que me parece incomprensible, lo tienes facilísimo: pon Neox a cualquier hora del día, que es probable que te encuentres a Charlie Sheen. Que sí, fíjate bien, que igual sale sentado al lado de Mauri en alguna junta de Desengaño 21.
7 Refugiarte en la comida
¿Ves por qué te dije que fueses a casa de tu madre?
8 Empezar otra serie
Si te gustaba Friends, te recomendaron How I met your mother. Si lo flipabas con The Office, mírate Parks and Recreation. Tras Breaking Bad, tienes su spin-off Better call Saul. ¿Eras de Aquí no hay quien viva? A por La que se avecina de cabeza. ¿Ellas y el sexo débil? Eh...esto...toma, el Lecturas.
9 Pedir muy fuerte que renueven por otra temporada
No hay que subestimar el poder del fandom. Consiguieron que volviesen series como Futurama, Arrested Development o Community. Además, ahora están recuperando series ya finalizadas como Prison Break o Padres forzosos. Si DJ Turner vuelve a nuestras vidas, no descartes que en cualquier momento lo haga Chechu de Médico de Familia. Y sino, al tiempo.
10 Vivir
Hay dos posibilidades: que hayas seguido tu serie favorita semana a semana, aguantando los parones, los finales de temporada, esperando pacientemente, y ahora sientas un vacío existencial cada vez que llega la noche del lunes (o del día que fuese, vaya) y no sepas que hacer. La otra posibilidad es que hayas empezado por tu cuenta una serie y te haya flipado tanto que en tres semanas te has visto sus ocho temporadas. En cualquiera de los dos casos, aunque no te lo creas, el mundo ha seguido girando fuera de tu habitación. Y sorpresa, ¡ya es verano! No desperdicies la oportunidad de salir a tomar algo con tus amigos y poder darles el coñazo máximo para que vean Breaking Bad, por favor. Disfruta de la vida.