Lanzarse a esta aventura es algo que muchísima gente ha pensado en hacer alguna vez. Pero hacer el Camino de Santiago no es algo tan simple como andar y ya. Las etapas, el tiempo y la distancia son factores que hacen que este camino sea igual de precioso que, en cierta parte, de duro. Ya sea por motivo religioso, espiritual o simplemente de ocio, cada año cientos de miles de personas recorren las sendas que llevan hacia Santiago a pie, en bicicleta o a caballo. Lo que todos tienen en común es que, al terminar, guardarán una vivencia inolvidable.
El trayecto requiere una organización previa y es por ello que es necesario que llevar preparadas ciertas pautas antes de plantear recorrer esta aventura. Ya sea durante días, semanas o meses, esta senda supondrá una aventura, pero no todo es ponerse las botas y la mochila y lanzarse a caminar.
1 Elegir bien tu camino
Santiago no es Roma, pero casi todos los caminos también llegan allí. Existen muchos caminos distintos para llegar a la Plaza del Obradoiro, aunque los más populares son el Camino Francés, el Portugués, el del Norte y el Primitivo.
No es necesario realizar la ruta completa, sino que puedes elegir las etapas que quieres realizar dependiendo de los díasque quieras dedicarle. Las opciones más populares son realizar el Camino Francés desde Sarria, o el Portugués desde Tui, empleando 5 o 6 días hasta llegar al final. Sin embargo, por el Camino del Norte irás dejando a un lado playas espectaculares, y si estás acostumbrado a la actividad física, podrás iniciar el Camino Primitivo en Oviedo y disfrutar de las etapas de montaña.
2 Preparación física
Realizar el Camino de Santiago no es ir a dar un paseo, significa caminar muchos kilómetros durante varios días. Si no haces ejercicio habitualmente, debes prepararte para ello. Es conveniente que varios meses antes de comenzar la travesía comiences a caminar, cogiendo costumbre a los trayectos que se realizarán, para que en el momento que comience el Camino puedas aguantar etapas de 20 kilómetros andando a pie.
No es necesario que sea una preparación física como para ser atleta profesional, pero sí se recomienda tener una forma física decente para no pasarlo mal durante las etapas.
3 Importancia del calzado
Los zapatos que se utilicen pueden determinar como irá el viaje. Hay que usar un calzado al que el pie se amolde, se esté a gusto y tengan suela rígida. Hay que procurar que el pie quede holgado dentro de la bota, y, sobre todo, que sujete bien.
Los pies también deben ir en sus mejores condiciones para poder aguantar el viaje hasta Santiago. Uñas cortas, piel hidratada e intentar caminar sin durezas ni cayos. Un truco para ello es untarse los pies en vaselina por las mañanas antes de salir, y por la noche antes de acostarse, para mejorar y favorecer la hidratación.
4 No andar demasiado cargado
El peso que se lleve a cuestas en la espalda no solo condicionará tu viaje, sino tu salud también. Se debe tener en cuenta que el peso recomendado para llevar a la espalda es un 10 por ciento de tu peso corporal, por ejemplo, si pesas 70 kilos no deberías cargar más de siete a tu espalda.
Hay que elegir una mochila cómoda, con correas ergonómicas y cinturones ajustables para el pecho y la cintura. Gracias a ello la carga se distribuirá por toda tu espalda y evitará dolores innecesarios. Por la ropa no hay que preocuparse tanto: elige bien qué llevar, ya que allí se puede lavar la ropa.
5 Definir bien las etapas
De nuevo, no es necesario completar la extensión total de cada camino, desde su inicio hasta Santiago. Las distancias se pueden adaptar y empezar a tu gusto. Lo normal es realizar unos 15 o 20 kilómetros al día, aunque alguna etapa puede llegar hasta los 30. Pero es importante no sobrepasarse en los kilómetros diarios para poder vivir al completo la experiencia del Camino y tener un descanso correcto.
6 Comenzar temprano
Iniciar tu ruta temprano son todo ventajas: el calor es más flojo, se camina más fresco. Llegar antes al destino significa tener tiempo para poder descubrir los pueblos donde se duerme e incluso poder probar los bares y gastronomías locales. Además, lo habitual al iniciar el camino más temprano es poder disfrutar de una etapa menos masificada de personas.
7 Calcular el presupuesto
Pese a no ser la definición de unas vacaciones con grandes gastos, en el Camino de Santiago también hay que gastar dinero, por eso, en esta guía queremos darte el consejo de calcular tu presupuesto antes de salir de casa. El viaje hasta el inicio del camino y la vuelta desde Santiago de Compostela marcarán los primeros gastos. Además, puedes elegir si dormir en albergues públicos o privados, lo cual aumentará el presupuesto en caso de los privados, al igual que las comidas.
8 Donde dormir
Uno de los pasos más importantes que planificar: el lugar para dormir. Existen tres tipos de albergues lo largo del Camino: de donativo, públicos o privados.
- Privados: En los privados es aconsejable reservar, y el precio de la noche ronda los diez euros.
- Públicos: hay que ser consciente de que suelen ser literas compartidas y salas comunes. El precio es de 6
- Donativo: como su nombre indica, estos albergues reciben la voluntad por parte de los peregrinos
9 Conseguir la credencial
Es el documento que corrobora que has realizado al menos 100 kilómetros andando o 200 en bicicleta, y que puedes adquirir por unos 2 euros en las diferentes asociaciones de peregrinos, además de en el lugar donde se vaya a comenzar el Camino.
Se puede conseguir el pasaporte en origen para comenzar el viaje con él encima, pero también puedes encontrarlo en cualquiera de las localidades asociadas al Camino. Y aunque solo es necesario sellarlo una vez al día, no dudes en pedir tu sello por cualquier sitio que pases: cada estampa es diferente y hay algunas de lo más originales.
10 Disfrutar al máximo
Finalizar con una buena ración de pulpo, bien regada con la cerveza gallega más famosa del mundo. Una vez delante de la catedral de Santiago, es difícil contener las lágrimas, más aún al entrar a la plaza tras más de 100 kilómetros andando y escuchar cómo suenan las gaitas, en vivo y en directo, es realmente emocionante.