La pretemporada camino a Eurovisión 2022 ha comenzado. La mítica Sala Apolo de Barcelona fue sede del primer evento relacionado con la cita de Turín del año, con la presencia de una decena de representantes eurovisivos de este año, junto a otras leyendas que rellenaron un show de más de dos horas de puro Eurovisión. Presentado por Sharonne y Giuseppe di Bella, junto a la ayuda inestimable de una María Eizaguirre que hizo de maestra de ceremonias junto a Chanel, el show reunió a más de 1400 personas en la sala del Paralel, nada mal para un estreno.
Pero aquí lo importante son los directos y las performances de los artistas. Por ello, te hemos guardado un decálogo de nuestras impresiones, para detallarte qué fue lo mejor y lo peor de la primera Barcelona Eurovision Party. ¡Vamos con ello!
1 Chanel se lució en casa
No es una noticia que cualquier directo que Chanel vaya haciendo estos días sea perfecto, pero es mucho más emocionante que se luzca en su casa. 'SloMo' tuvo que adaptarse por primera vez a un escenario que no fuera televisivo, y aunque comentara en redes que se le cayó una mesa encima antes de empezar, y que los tacones en el suelo de rejilla no le hicieron ningún favor, lo cierto es que la performance volvió a ser redonda.
Además, Chanel pudo recibir el cariño del público y cargar pilas. Con la pena de no poder estar en Madrid por compromisos profesionales, el recibimiento en Barcelona fue magnífico, arrancando las lágrimas tanto de la artista así como de todos sus bailarines, los que hacen una piña fantástica. Londres y Amsterdam serán las siguientes citas en la ruta de la catalana rumbo a Turín, la que va llena de fuerza y ganas.
2 Ucrania en el recuerdo
Pese a que la Barcelona Eurovision Party fuera toda una fiesta, el recuerdo a la invasión de Ucrania estuvo presente en todo momento. Con la presencia de Jamala en escena para abrir el concierto con su '1944', el evento comenzaría con un speech en catalán en el que se llamaba a la ayuda al pueblo ucraniano, seguida de la presencia de la artista, siempre acompañada de su bandera en la mano.
'1944' narra la historia de la invasión que sufrieron los abuelos de Jamala por Stalin hace años, y desgraciadamente esa historia recuerda bastante a la actualidad. Sin embargo, la fuerza, el tesón y el mensaje de la ganadora de Eurovisión 2016 hace traer el problema a nuestros días, y reconocer que Eurovisión es un lugar de paz, unión entre países, y cordialidad a nivel europeo.
Oír a Jamala te deja el corazón en un puño. Interesante esto que comenta acerca del origen de #Eurovision y como ahora es más importante que nunca.
— Luis Mesa ? (@luismesacabello) March 26, 2022
???? @carlos_pecha pic.twitter.com/vV2coY0ZUm
3 Citi Zeni, con algún problema pero directazo
Lo cierto es que si bien dentro de la sala el sonido no se notó en exceso con problemas, las redes sociales se quejaron un poco del mismo viéndolo por televisión. Uno de los grupos que sí sufrieron algún fallo de sonido fueron los letones Citi Zeni, los que decidieron empezar de nuevo su actuación al irse un par de compases su frase estrella, aquella de que son vegetarianos.
Sin embargo, acompañados de su saxofonista que estuvo genial, su 'Eat Your Salad' fue una de las grandes notas de la noche. Levantando Apolo por completo, de hecho el fallo técnico pareció premeditado, en una buena muestra de que tienen desparpajo y tablas para cuajar un directo de diez en Turín. Son de esas bandas que pueden ser un 'dark horse' perfectamente. Pocos los sitúan en las quinielas, pero hay material para conseguir un muy buen puesto visto lo visto en Barcelona.
4 ¿Quién canta en los lobos?
La Barcelona Eurovision Party fue el estreno en directo de los Subwoolfer desde que ganaran su preselección en Noruega, y lo cierto es que había una expectación tremenda. Luego de bailar con Chanel su 'dance break' la noche anterior, y estar en todas las salsas, el directo no dejó a nadie indiferente, al cambiar incluso la instrumental para la cita, haciendo el tema más electrónico.
Hasta con una cuenta atrás para empezar, nada más acabar el show todo el mundo se hacía la misma pregunta: ¿Quién canta en los lobos? Si bien llevaban una buena pista pregrabada de fondo, somos de los que nos atrevemos a decir que canta el astronauta. Viendo que hasta en las entrevistas ellos no hablan y llevan a un portavoz, la duda la tendremos hasta que acabe Eurovisión, y sinceramente, eso es lo mejor de todo.
5 Noche de leyendas (alguna quizá demasiado rato)
El evento completó su cartel con figuras eurovisivas que no quisieron perderse la cita. Al nombre ya citado de Jamala, otros como Sunstroke Project, Rosa López, Marta Roure, Senhit o Conchita Wurst se sumaron al cartel para darle empaque al asunto.
Esta última, interpretó hasta seis canciones antes de la salida de Chanel y el final del concierto. Medio obligada por la baja de última hora de Achille Lauro, al contraer Covid-19 miembros de su equipo, Conchita interpretó un miniconcierto que trajo sensaciones encontadas entre a los que les encantó, y esos otros que querían ver ya 'SloMo' y se les hizo eterno. Sea como fuere, la presencia de hasta dos ganadoras de Eurovisión en una primera edición es un dato para resaltar sin duda.
6 ¡Hola mi bebebé!
Lo de Rumanía en Eurovisión va a ser de traca. Si bien tenemos más o menos claro que es firme candidato a llevarse el 'doce' del televoto español, el bueno de WRS es todo un show de proporciones inimaginables.
Contando que el tema nació en las montañas rumanas, 'Llámame' podría haber nacido en la industria musical española de los 2000 sin problema alguno. El show es barroco a más no poder, pero en una sala repleta de fans, fue una bomba, la misma que podría ser en Turín. El propio Andrei reconocía que no entiende qué está pasando, y reconocemos que nosotros tampoco. Pero probablemente tiene la canción más pegadiza y adictiva de la edición, y eso en Eurovisión es fundamental.
7 El show de Ronela no tiene fin
Teníamos muchas ganas de tener a Ronela Hajati en España. Luego de llevarse tan bien con Chanel por redes, el encuentro era ya necesario, y lo cierto es que ambas han sido uña y carne en Barcelona, hasta el punto de vivir la albanesa el incidente que tuvo Chanel con una mesa antes de salir a actuar.
Más allá de eso, Ronela es todo poderío y potencia, y lo demostró en escena. Si bien el revamp de 'Sekret' no parecía acertado para todos los públicos, en directo te das cuenta que tiene todo el sentido del mundo. Si de camino, además de la performance, te aparece hablando castellano, saliendo en todas las fotos, y mostrando la naturalidad que te da ser una diva de manual, no nos queda ninguna duda de que Ronela Hajati va a ser una de las favoritas del fandom este año, si no lo es ya.
8 Vladana Vucinic será una de las grandes voces de la edición
Montenegro no está en muchas cábalas de cara a Eurovisión 2022. En su vuelta, los balcánicos han apostado por su pack de siempre, el de una balada clásica que para esta ocasión, se ha creado en inglés para hacerla más internacional.
El tema es lo que es, pero todo cambia al oír a Vladana Vucinic en directo. Su 'Breathe' le permite exhibirse vocalmente lo que le apetece, y oírla es algo que te no te deja indiferente. Con las subidas y bajadas que ofrece el tema, podemos pensar que la montenegrina tendrá uno de los mejores directos de la edición, y eso de cara a los jurados siempre es importante.
9 El catalán tiene que volver a Eurovisión
Una fiesta en Barcelona tenía que tener un guiño a la tierra y al catalán. En una época como la actual donde las lenguas co-oficiales parecen estar encontrando su sitio en el mapa eurovisivo en España, la Barcelona Eurovision Party tuvo a bien invitar a Marta Roure para interpretar su mítico 'Jugarem A Estimarnos', canción con la que Andorra debutaría en el festival.
En un 'revival' de manual, oír a Marta más de una década después solo nos deja claro que el catalán tiene su hueco en el festival, y que la vuelta del Principado sería una gran noticia en el futuro. Sabemos que actualmente no está en la hoja de ruta en Andorra, pero esperemos que un crecimiento de la marca Eurovisión en España les haga volver a plantearse una vuelta pronto.
10 Barcelona tenía ganas de festival
De esta manera, Barcelona cumplió con solvencia el reto de no solo ser la primera parada eurovisiva de la temporada previa a todas las preparties que se nos avecinan, sino también afrontar un estreno con todos los focos encima, y lo cierto es que la nota será bastante alta.
Con márgenes de mejora como todo tipo de citas de este estilo, la Barcelona Eurovision Party sentó la primera piedra para establecerse como una cita de referencia en el panorama en próximos años. Además, al ser la única cita española a la que Chanel podrá asistir por agenda, fue el mejor enclave para llenar de pilas a la española en su camino a Eurovisión, el que tiene muy buena pinta.