Cuando nos hablan de 'La Bella y la Bestia', en lo primero en lo que todos pensamos es en la película de Disney. Como mucho, podemos remontarnos hasta el cuento original, ese que nos cuenta la historia de un padre que es castigado por querer llevar un regalo a la más pequeña de sus tres hijas. Pero de ahí a descubrir realmente qué es lo que este cuento ocultaba hay un gran paso.
La concepción que nosotros tenemos de los cuentos no es la que se tenía hace algunos siglos. Pese a que ahora se los leamos a los más pequeños para conseguir que concilien el sueño, antiguamente escondían mucho más. Eran una especie de lecciones, donde, a través de los mitos, se trataba de enseñar a los niños y niñas cómo había que comportarse, qué era lo que social y moralmente estaba aceptado y qué no. Visto así, pudiera parecer algo muy alejado a nuestra cultura actual; pero pensad en Peppa Pig, o en cualquier otro dibujo que los más pequeños consuman con avidez. ¿No enseñan también estos dibujos a su manera? ¿No lo hacen las propias películas de Disney, por ejemplo? Lo que se busca es, mediante el entretenimiento, enseñar a los niños. Eso sí... Las enseñanzas de antaño poco tienen que ver con las de ahora.
Los cuentos que nos han llegado son muy parecidos a los que encontrábamos de forma original, pero la enseñanza, la moraleja, sí que ha ido variando con el tiempo, adaptándose a lo que socialmente se entendía como aceptable. Echemos una ojeada a la película de 'La Bella y la Bestia' que todos conocemos, al clásico de Disney. También guarda una moraleja: la belleza se encuentra en el corazón, no hay que fijarse en el físico de una persona, puesto que este siempre engaña o enmascara. Lo vital se esconde dentro de la piel, y esta no es más que una envoltura. Es una moraleja que, ahora mismo, nos viene genial. Vivimos en una sociedad muy superficial, que antepone lo físico a lo interior; y qué mejor método para cambiarlo que explicarle a los más pequeños que el exterior es algo voluble, que cambia.
Pero si echamos un vistazo más de cerca al cuento tradicional, y lo analizamos dentro de su contexto histórico, veremos lo mucho que cambia este. Su simbolismo no es el que nos han hecho creer hasta ahora; la Bestia no simboliza la fealdad... Sino un marido por conveniencia que Bella debe aceptar, y al que debe cuidar y apreciar para que este acabe mostrando su "verdadero yo". Su parte más dulce, más encantadora. Más bella, sí, pero a nivel interno.
La belleza no tiene por qué estar en el interior en este caso
El cuento de 'La Bella y la Bestia' se ha estudiado en profundidad durante mucho tiempo, al igual que todos los cuentos tradicionales. Para explicar correctamente su simbolismo, hay que comprender, primero, que los cuentos eran enseñanzas orales que iban pasando de generación en generación. Es decir, que pese a que nosotros conozcamos una versión de este cuento, realmente puede haber distintas versiones, diferentes, que hayan nacido antes y hayan acabado evolucionando.
Hay quien sitúa en 'Cupido y Psique', un cuento del siglo II que el escritor romano Apuleyo incluyó en su libro 'El asno de oro' como el origen real de 'La Bella y la Bestia'. La protagonista del cuento esta vez no es Bella, sino Psique, la menor de tres hermanas (es decir, como Bella en el cuento que nosotros conocemos, aunque no en Disney). No solo es la más pequeña, sino que también es la más hermosa; y tal es su hermosura que hasta la propia Venus, la diosa del amor, se pone celosa, y ordena a Cupido que la enamore del hombre más horrible del mundo.
En el siglo XVI, Giovanni Francesco Straparola vuelve a retomar la historia de 'La Bella y la Bestia'. Pero en su cuento es un rey cerdo el que, al casarse con la hermana adecuada (la pequeña de tres, la más hermosa, la que devuelve sus gestos de amor), se rompe el maleficio y él se transforma de nuevo en un apuesto príncipe.
Posteriormente, Perrault volvió a recopilar este cuento; de ahí a Jeanne-Marie Leprince de Beaumont y Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve hubo tan solo un paso, y fueron estas las que nos trajeron la versión del cuento que ahora mismo conocemos, en la que se habla de dos hermanas malvadas y un padre mercader. En el cuento de Disney cambian bastantes detalles pero, finalmente, el núcleo original se mantiene; no obstante, nosotros hemos estado enfocándolo mal todo este tiempo. No habla de la belleza interior, sino del sacrificio que deben hacer las jóvenes cuando son casadas por obligación con un hombre horrible.
Si a ese hombre le respondes con caricias, con amor, le cuidas, le tratas bien... Por muy horrible que sea al principio, al final acabará respondiéndote con respeto. Dejará de ser una bestia. Una moraleja bastante machista, que habla de la sumisión de la mujer al hombre, y de cómo debe ser ella la que acepte todo lo que los hombres hagan. Básicamente, un cuento para enseñar a las más jóvenes a tolerar con discreción las imposiciones masculinas.