La ola ultraderechista que está recorriendo Europa ha hecho mella en muchos sectores sociales. Concretamente, en Alemania, la llegada masiva de refugiados que huyen de sus países por, básicamente, salvar su vida; ha provocado el auge de la extrema derecha.
Muestra de ello es el creciente apoyo que está recibiendo 'Alternativa para Alemania', un partido de corte xenófobo que pretende la expulsión de prácticamente toda la inmigración. Pero donde se está apreciando de manera más flagrante esa radicalización es en una institución: el ejército.
Al parecer, el Gobierno alemán ha abierto una investigación a 275 militares por, supuestamente, haber comenzado a simpatizar con el nazismo o contar con inclinaciones vinculadas a la extrema derecha. La apología nazi está completamente prohibida en el país germánico.
Muestra de esta radicalización que está viviendo la sociedad alemana en los últimos años, se da en el hecho de que, en 2016 y 2017 se registraron hasya 196 casos nuevos. En los cinco años anteriores tan solo se habían encontrado 79 casos de este tipo, por lo que la llegada de refugiados parece haber sido el detonante, aunque la Administración no ha querido ofrecer ningún tipo de dato oficial.
La prueba de todo se encuentra en recientes casos, como el de un soldado que agredió a varios de ellos tras preguntarles si eran cristianos o musulmanes. Este es precisamente otro de los problemas: en algunos países no se está gestionando de la mejor manera los atentados que están sufriendo, y se está fomentando de manera importante el odio contra la comunidad musulmana, que es precisamente lo que busca el extremismo islámico -para conseguir más acólitos-.
Al parecer, varios de los soldados investigados se han dedicado a realizar el saludo nazi al grito de "Heil Hitler", algo completamente prohibido en Alemania, donde la mayoría de personas aún mantienen en el recuerdo el terror que propició el Holocausto judío.
Sin embargo, parece que el Ejército no está actuando con toda la celeridad que debería: "el caso fue presentado a la Fiscalía de las Fuerzas Armadas y a la Fiscalía Pública, pero no se dio de baja anticipadamente al individuo ni se le prohiió ser parte del servicio", ha confirmado el Ministerio de Defensa alemán al Parlamento en una misiva que ha recogido al agencia Reuters.
A pesar de todo esto, ya existe un precedente que permitiría actuar con mejor efectividad: en diciembre de 2016, un tribunal germano aprobó la expulsión de un soldado que realizó en varias ocasiones el saludo nazi. El argumento que esgrimió es que este solo gesto es motivo suficiente para salir del Ejército, teniendo en cuenta que está prohibido expresamente en la ley y Constitución germanas. Fue solo un precedente. Recientemente, otro soldado escribió en WhatsApp una foto del Führer con el texto: "Falta desde 1945: ¡Adolf, Alemania te necesita!".
"Espero que las fuerzas armadas adopten un enfoque inflexible contra extremistas de extrema derecha en su personal. Cualquiera que se comporte como los soldados nazis debe ser expulsado y se le debe privar el acceso a las armas", ha asegurado un parlamentario del Partido de Izquierda, Ulla Jelpke.
Todo esto llega después de que el Ejército reconociera la posibilidad de que varios terroristas islamistas se hubieran infiltrado en sus filas con el fin de recibir instrucción militar y acceso a armas. 64 personas, en concreto, fueron señaladas por este suceso.
España lo permite
Al contrario que en Alemania, España permite el uso de simbología fascista a los miembros de su Ejército, tal y como denuncia el diario ABC. La ley española no prevé castigo alguno para la mera exhibición de este tipo de símbolos "si no va acompañada de una conducta activa propia de un crimen de odio", en cuyo caso se podría sumar el agravante o delito de odio.
El único lugar en el que se sanciona es en el del deporte, aunque solo en el aspecto económico. Sin embargo, "no existe gran diligencia en su denuncia y aplicación", afirma el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra.
En cuanto a los símbolos vinculados a la dictadura franquista, la ley es igual de laxa: se pueden vender y exhibir sin ningún tipo de pudor, a pesar de que la represión durante la dictadura provocara unos 400.000 asesinatos.
Muestra de ello fue el homenaje al Cristo de la Buena Muerte de Málaga en 2011. Un legionario, que se encontraba en la procesión, levantó un brazo de forma que quedó visible una esvástica nazi tatuada en su brazo. La imagen quedó visible en las fotografías que sacaron los medios e incluso alguno prefirió tirar de Photoshop para eliminarla. El implicado no recibió ningún tipo de sanción.
